domingo, 19 de agosto de 2012

Una pequeña aventura Parte III El Hormiguero

_Macaco, Macaco_ Le gritaba, llamandolo, en aquella carretera oscura
_¿Qué quieres Che?, yo me voy para el alumbrado a pasar la noche_
_Esta bien, esperanos_ Gritarón, Freddy, Rolando y Lapa. Y nos pusimos en marcha tras el hombre que no se observava en la carretera.
La noche estaba muy oscura, ni siquiera se podian observar las estrellas, no había luna y todo estaba muy negro. Ivamos en fila india, yo de último, Rolando de primero luego Lapa seguido de Freddy, allá a lo lejos se vió al Gallino llegar cuando cruzó la luz amarilla del local. En ese monemto cuando Macaco entró en la luz de la noche, no sé por qué me llegaron recuerdo de la noche anterior. Recuerdo que Rolando me llamó para hacer la guardia y comenzamos ha hablar mientras a él le daba sueño, ya que a mí me tocaba el turno de la vigilancia. Pude observar que me despertó, tocandome, con un cuaderno enrrollado en forma de tubo, me dió curiosidad pero en ese momento no le pregunté nada. Arregló el espacio en donde dormiría y colocó el cuaderno debajo de lo que era su almohada. Hablamos un rato de todo, sin perder la vigilancia, de repente sacó el cuaderno, de donde estaba, y escribió algo. Me retiré para darle privacidad y me acerqué a la fogata. Esa noche recuerdo que pensé mucho en mi mamá, en el frío y en el hablar del viento. En eso ví que Rolando, haciendo muecas, de ven, con las manos, me llamaba, me le acerqué y él me extendió el cuaderno y leí, silenciosamente, lo que había escrito.
"Era una vez, dos amigos; Tú y yo.Tú subiendo un cerro alto, donde los excurcionistas no se encontraban, o muy exporadicamente. Tú ivas solo, con tu morral a cuesta y muy temprano en la mañana de un día sábado. Es que en la tarde anterior nos pusimos de acuerdo para que tú subieras primero y yo despues. Pero ¿Cómo saber si tu subirías y al día siguiente , yo después?: Es que nos pusimos de acuerdo en que, tú dejarías algo, en un sitio estrategico, que ambos conociamos y yo el día siguiente lo traería. 
Esa misma tarde hablamos; Tú y yo de la importancia que tenía el auge del movimiento hippies, la hipótesis de como se estaban formando las patotas en el país, de como ya entendía y el por qué los ricos no podian entran en los reinos de los cielos y que primero entraría un camello por el hueco del ojo de una ajuga que un rico en el reino de los cielos......."
Un carro pasó en sentido contrario a nuestra dirección, el cual me hizo regresar de mis pensamientos, me incliné un poco hacia un lado y miré a Rolando, me lo imaguiné comiendoce las uñas, "lo hago en los momentos en que siempre estoy pensando" me confesó un día en que le pregunté. Llegamos donde estaba Macaco y nos sentamos en la acera, Rolando se retiró un poco de nosotros y sacó su cuaderno y comenzó a escribir.
Hace muchos años que pasé por aquí, en este lugar en que me encuentro ahora. Tenía chivita y mi cabello ensortijado. No sé por qué escribo esto, en este cuaderno enrrollado. Quizas nadie o alguien pueda leerlo. No sé por qué. recuerdo la "Y" en que le dije a mis compañeros; por la izquierda vamos hacia Barbacoa, la tierra de Simón y de Joselo Diaz, Camatagua; San Casimiro y Caracas y a la derecha nos llevará a Calabozito y Calabozo; y aúnque la moneda surcó los aires, yo deseaba que nos favoreciera regresandonos hacia Caracas. Pero ,No, cayó a la derecha y esa historia, a los que no estan en estas páginas, otro se las contó. Quiero decirles que ya yo no existo, pero eso también ya ustedes lo saben.
Hace muchos años, como les estaba contando, pasé por aquí y me senté en este mismo lugar, saqué mi cuaderno y escribí: regresaré y hablaré con mis amigos; con El Che guiganton y soñador, con el Gallino el gran jugueton, con mi hermano de crianza Lapa y con mi archi rival de amores y dolores Freddy. Era una noche oscura y no había luna. Los muchachos cansados bostezaban y se despertaban. Yo sentía rabia, pero ellos no la sintierón. Ellos no eran culpables de mi sentir. Era la injusticia que en esa madrugada había ocurrido. Como esa estampida de ganado había atropeyado al conductor y a su copilóto mientras dormian inocentes de la maldad que se ocultaba en su alrededor. Después de lo sucedido me declaré guardian de mis hermanos, amigos y compañeros. Los ví tendidos, en la acera, dormir. Más mi ira se llenó de fuerza para defenderlos de cualquier agresión. La noche fue pasando, la madrugada llegó y por extraño que fuera los gallos no invitaron el despertar. Freddy fue el primero que se levantó. Buscó agua y se aseó, Luego el Che, Lapa y Macaco bostezó. Nadie habló de lo sucedido, como si no hubiera pasado. Eran como niños que olvidaban y sonrientes a la vida nuevamente sin temor y con ilusión la enfrentaban.

Hoy vine solo a este lugar y recuerdo que un carro nos dió la cola para San Juan y allí estuvimos prácticamente toda la tarde recorriendo sus calles y colocandonos en su plaza a comentar algunas cosas.
_Algunas gentes del pueblo nos llamarón hippies_ Les dije a los muchachos."Es por la ropa humilde, arrugada y sucia" intervino Macaco.
_Es una corriente, de jovenes muy interesante_ Sentí que capte toda la atención. "Por qué interesante" , aludiendome me preguntó Che. Déjate de vaina Rolo y desembucha hermano, me dijo Lapa. Miré a Freddy y solo me hizó gesticulaciones con la cabeza para que soltara lo que estaba pensando. Comencé a comerme las uñas.
_Es el mismo principio de las patotas_ Hice un liguero silencio y los observé. "¡Y y!". Se miraban con el iris de los ojos de un lado al otro. Se acomodaban cada vez más en el asiento de la Plaza y mirábamos de vez en cuando el brazo extendido hacia el frente y horizontal, con el dedo indice recto y empuñados los otros, de la estatua de San Juan.
_Leí un artículo en una revista sobre el fenomeno de los hippies. Allí dicen que el fenomeno comenzó, con algunos jóvenes, en la clase pudiente o alta burguesía. Estos jóvenes, mirando el cómo vivian sus padres, decidieron apartarse del consumismo innecesario, camino por el cual los llevaría a la felicidad_ Lapa sonreía y dijo "Sigue Rolo".
_ Los hippies crearon una nueva corriente de pensamiento; tratan con su forma de actuar, alejarse del mundo: su forma de vestir sencilla más que humilde nos quieren indicar que la vida no necesita de tanta pomposidad. Su forma de comer y de andar nos reflejan la busquedad de una vida más tranquila y su forma educada de comportarse es una forma de transmitir paz._
"¿Cómo sabes todo eso?". Me preguntó Freddy.
_ ¿Viste la película Las Fresas de la Amargura?_ "No", contestó Freddy."Ni yo,ni yo,ni yo", agregaron los otros muchachos._ ¡Bueno se las recomiendo!; pero ahora polula muchos árticulos de los hippies_
"¿Qué nos quieres decir?. Preguntó Che_ Es la moda; hay comercio con la moda.
"¿ Y qué hay, gallinaso, con las patotas?", preguntó Macaco._ Es el mismo principio. Todo comienza en la clase más pudiente. Estos jovenes desasistidos por los padres; compran árticulos de lujos como motos, collares y otros, reuniendose para consumir drogas y hacer realidad sus sueños; como viajes y demas. Las patotas empiezan ha enfrentarse por diferentes motivos, hasta que los jovenes de clases muy bajas empiezan a incursionar en las patotas de clase alta y a tratar de copiar sus motivos en las clases más necesitadas
 "Bajarealo más despacio, Rolo", dijo Lapa._Ok. A las patotas se les suman miembros o jovenes de escasos recursos, pobres, deseosos de nuevas experiencias y al saber como son las patotas la recrean en sus propios barrios, pero bajo sus propias condiciones_ "A ahora creo entender", dijo Che;"Y yo, y yo ,y yo". No sé por qué me estoy acordando ahora de aquella noche.

La noche estaba avanzada, cuando iba sólo por la carretera y de regreso a mi casa. Esta vez sí me detuve. Siempre pasaba por allí y miraba aquella pequeña luz roja que salía de esa casa, solitaria, en la colina. Me armé de valor, y estacioné la camioneta un poco afuera de la carretera y comencé a subir la pequeña cuesta. Había muchos árboles por los lados y empecé a observar algunos carros estacionados en la subida y entremetidos entre ellos. Tenía una excusa en la mente para llegar al sitio que me llamaba tanto la atención las veces que pasaba por allí. también pude observar algunos caballos y bestias amarrados a un costado de la casa. Era una noche de muchas estrellas pero la luz roja era lo suficientemente fuerte para iluminar, el espacio abierto cerca de, la casa. La puerta se abrió y salio un señor, como de cuarenta años y me dijo:
_¡Buenas noches, joven, bienvenido!_ Quice contestar algo_ Pase adelante_"Gracias", contesté.
Y en el pasillo corto, hacia la otra puerta me dijo_ Solo permitame una simple requisia_ Me dijo el hombre muy amablemente. Alce los brazos y el hombre pasó sus manos, por mis costillas, al rededor de mi cintura y por mis muslos hasta llegar a mis tobillos. Abrió la puerta, y cortesmente me repitió_ Pase adelante_ Miré una penumbra y sin tituveos avancé. Mis ojos inmediatamente se acondicionarón a lo oscuro del lugar y pensé: "Lo que me imaginaba".¡Pero era más bello aún que mi imaginación!.

De repente Freddy me hizo, volver en mí, haciendo señales con el reloj y, chasquiando los dedos medios y pulgar de ambas manos, indicando de seguir nuestro camino. Buscamos la carretera y un carro estilo "EL avispon Verde" se detuvo a la señal de costumbre con lo caracteristico del Che. Casi introduce la cabeza por la ventanilla del copilóto "Vamos hacia Barbacoa, ¿Nos puede dar la cola?"_ ¡Claro, montense!_ Contestó el chofer.
 Como ya dije, el atardecer no tardó en encontrace con el inicio de la noche, pero aún era claro. No tardamos mucho  en llegar a la entrada de Barbacoa. Al comenzar a entrar en el pueblo la oscuridad comenzó a reinar. Caminamos por la calle principal observando las casas con sus habitantes muchos sentados en las afueras de sus casas y regresando la mirada con mucha curiosidad y recelo. Llegamos a la plaza muy concurrida por las fiestas que se estaban realizando. Comenzamos a disfrutar de aquello cuando un muchacho se acercó a nosotros y nos hizo señales de que nos dirijieramos a un lugar, con extrañeza acudimos al sitio. Al llegar comprendimos que era la entrada de la jefatura de policía.
"_¿ De dónde vienen?, Muchachos"_ Preguntó un gendarme. "_ De Caracas, señor_" Contestó  Che.
"_Y ¿ Cómo está el monte ? _" Preguntó  otro gendarme. Hubo un silencio  repentino y corto origuinado por la pregunta  fuera de lugar y confusa, pero fue el Gallino que agarrando algo en el aire respondió.
"_ No señor nosotros veniamos por la orillita del camino _" Y calló el Macaco.
 "_ Entonces ¿No conocen el monte? _" Preguntó, nuevamente, el primer gendarme.
"_ No señor, venimos por la orillita , en colitas y ni siquiera fumamos _" Calló el Macaco. Todos nos mirábamos las caras con una pregunta interior
 "_ Ok, pueden marcharse _" Dijo un tercer gendarme saliendo del fondo de la estación y guardando en su funda el revólver. Todos giramos rapidamente en señal de marcharnos y violentamente se voltió  Che, hacia los gendarmes que inmediatamente se alistaron a defenderse; apareció de repente una quietud escalofriante y Che dijo, dirigiéndose a los gendarmes
 "_ Señores,  Pueden aconsejarnos ¿ Dónde pasar la noche? _" Los gendarmes se miraron las caras y el último en aparecer contestó
 "_ Aquí esta lleno, pero si quieren les podemos hacer un espacio _" Che contestó
 " _ Gracias por su atención, pero preferimos buscar otro lugar, que pasen buenas noches _ " Sentimos una ironía y nos marchamos.

   Hoy estoy leyendo el escrito, dejado por Che, en aquel árbol frondoso, que en su parte inferior tenía un hueco en el inicio de su tallo. Allí estaba el escrito que hoy comparto con ustedes y que leí aquella mañana fresca en la montaña de la "Guardiana de Caracas".

   Hola R.P.
   Si estas leyendo esto es porque subiste a la cúspide de la montaña : Aquí en "Paraíso" Cerca del cielo. Según lo acordado y lo hablado. Aunque todo esto, que van a leer, lo pudimos haber dicho En la parte II " En la estampida".
"Hasta ahora me parece un maravilloso experimento.

Rolando y yo convivimos mucho en los ultimos 21 años, cuando aún andaba en muletas se venía un día por la tardecita, cenaba en mi casa, pernoctaba y al siguiente día salíamos temprano y a veces era mediodía y todavía andábamos atravesando la ciudad, buscando una medicina costosa, un médico especialista, los resultados de un examen o la promesa de una operación que esta vez sí lo iba a sanar definitivamente. Le hicimos creo que ocho operaciones así.

Luego de hecho los tramites (ha veces no lo podía acompañar por mi trabajo y él lo hacía solo) nos despedíamos en el nuevo circo con la esperanza y la amistad renovadas, agradecidos por la amistad, y porque habíamos conseguido la medicina o los antibioticos especiales o una cita en una clinica o simplemente porque nos habíamos tomado un café juntos.

Pero esa noche anterior nos acostabamos tardisimo porque era un pecado perder la oportunidad de una larguísima tertulia entre viejos camaradas, allí mismo en el balcón, donde aún lo veo, porque resulta que aún hablamos por las noches, despues que todos duermen, cuando me asomo al balcón y le paso revista a la semana al día o al mes, él se aparece siempre y me perdona todas las equivocaciones que cometí en ese lapso, nunca falta su mano en mi hombro, entonces yo en agradecimiento entono, no la canción que hicimos juntos, sino una que hicimos separados, él la comenzó una tarde, y yo despues de su muerte ya tengo siete años terminandola y mi muy seria intención es no terminarla nunca, sino justamente el día en que yo también me vaya, al fin de esta vida, tan hermosa pero tan incompleta.

Porque a estas alturas del camino, tengo inmensas ganas de conocer la vida que viene, que se que es mejor que esta.

E invariablemente, cuando la canto, florecen los bosques y la madrugada distribuyen su dulce rocío entre la hierba, hay aromas de amores, esperanzas y perdones en el aire, y él se va tranquilo y sonriente, satisfecho de haberme sabido consolar en esa noche, hasta la próxima canción, hasta el próximo rocío, hasta la siguiente vez que lo evoque solo en mi balcón. yo le canto muy bajito, casi sussurro, casi oración con música lo siguiente.


Cantor de fama alguna
nada vales,
cantor que le sonríes al porvenir,

Y escribo mis canciones en el aire
sin que las escuche nadie pues no existe tal canción. (bis)

Cantor de madre humilde,
madre obrera
cantor del niño frente al botiquín.

Y empapo con mis canciones el aire
sin que las escuche nadie pues no existe tal canción. (bis)

Cantor de un largo adiós
sin despedida,
cantor de una sonrisa y un dolor.

Y escribo mis canciones en la brisa
porque nunca tengo prisa cuando le hablo al corazón. (bis)


Hablabamos de ustedes, de los tiempos idos, a él le gustaba hablar de mujeres, a mi no, pero lo escuchaba amorosamente, casi nunca hablábamos del futuro, hablábamos de lo que ibamos a hacer ese día y del pasado, donde habíamos sido tan felices, él me hablaba de vez en cuando de su infancia antes de la muerte de su papá, de las esperanzas que hasta entonces tenía, de lo diferente que fue todo despues, hablabamos de política mucho pero desde una perspectiva analitica no militante, digamos que sociológica, por coincidencia y casi al mismo tiempo y casi al mismo ritmo ambos nos fuimos alejando "de la política reinante del momento", yo mas radicalmente por supuesto, pero los dos sin regreso a él más nunca.

A pesar de que él era perezoso para ciertas disciplinas y de que no era un lector empedernido y al día como yo, él sabía muchas cosas, se podía hablar de casi cualquier tema con Rolando, desde el amor de Johnn y Yoko, hasta la desaparición extraña y misteriosa de las abejas en el mundo, hablábamos del crecimiento apocalíptico y radicalmente fanático del mundo árabe, de la organización social de pueblos como el japones o el israelita, del fracaso del socialismo en el mundo,de que solo se construyeron tiranías de burocratas asesinos en lugar de republicas de trabajadores, de la dictadura cobarde del capital y de la dictadura cobarde de Cuba, yo estaba muy vinculado y sensible con ese tema pues ame a una gran poeta cubana que fue aplastada por el gobierno cobarde de Fidel, él leyó los libros de ella, y me comprendía, hablábamos de la decadencia moral de nuestra época, y percibíamos juntos posibilidades de acción socio politica en los social y comunitario para lograr objetivos muy concretos, él se metió durante un tiempo en algunos proyectos socio productivos, pero no duraba mucho, era un conversador ilustrado y versado no era un ignorante.

Tocabamos temas magicos, cosa que poco hacíamos con ustedes, el mundo de lo misterioso y lo oscuro, ambos habíamos tenido experiencias o vivencias en ese extraño mundo de lo invisible, desde relaciones con exorcismos y exorsistas amigos nuestros muy serios y doctos, pasando por el mundo de lo profético y el testimonio de la realidad de que el mundo va mas hacia un callejón sin salida, hablabamos de la conexión que existe entre el mundo de los que se han ido y el mundo de los que aún estamos aquí, de la certeza de que ambos mundos estan interconectados pero que aquel, sin ninguna duda existe.

Y luego la música, de los Beatles, de grandes como Frank Sinatra o Elvis Presley, de las tonadas de Simón Diaz, de los viejos valores como Pedro Infante, las canciones que le gustaban a su papá, a veces sacabamos la guitarra (pero solo muy de vez en cuando) y compartíamos un acorde que el otro no conocía, o un truco que queríamos compartir, y siempre que lo hacíamos terminabamos cantando más o menos bajito y de último nuestra canción, la que hicimos a mediados de los 70, "Adiós amigo mío".

Siento que nos aferrabamos el uno al otro psicológica y afectivamente, él me adivinaba cuando yo tenía algun pesar con solo mirarme cinco segundos. yo también, muchas veces lo regañaba por ciertas inconsecuencias de su caracter y de su conducta, y él bajaba la cabeza y se regañaba a si mismo en silencio, yo le frenaba su tendencia al fantaseo exagerado en cuanto al vivir diario y lo obligaba a poner los pies en la tierra, siempre me traía frutas, un dulce, un libro, un casette con alguna canción que él había grabado de la radio, y mi biblioteca completa estaba a su orden, cuando se quedaba cocinaba la cena y hacía unos desayunos espectaculares, era un gran cocinero, con buena sasón e imaginación, pero despues que tuvo el accidente que le partió la pierna en numerosos pedacitos, jamás volví a tomar un trago con él. Ni acepte que en mi presencia lo hiciera. Una vez llegó medio tomado a mi casa, porque se había conseguido a unos viejos amigos y lo mandé al carajo. Le dije que bueno y sano esta era su casa pero así que se fuera a la mierda, se fue tristisimo pero a la semana siguiente me abrazo en lo que me vió.

La última vez que hablamos fue tres días antes de su muerte, él me llamó desde el interior y fue para fijar la hora y el día de nuestro proximo encuentro, quedamos en vernos exactamente el día en que murio, a las 7:30 de la mañana, íbamos a tramitar un asunto de un trabajo para él, pero ese día me llamó alguien desde Camatagua y me dijo que había muerto esa madrugada creo, estuve temblando furioso y mortalmente triste por casi una hora, mientras mis ojos lloraban tan tristemente como lo están haciendo ahora mientras escribo esto.

Rolando nunca vino ese día, pero hasta nuestra última conversación jamas me dijo Alfonso, siempre me decía "Che".

A él se le iba la imaginación rapidito y bien lejos, le gustaba el lado romantico de la realidad, se veía como el protagonista de una pelicula donde a veces era Pedro Infante, otras un borracho perdedor, otras un galan invencible con las damas, otras un explorador a quien la vida le reservaba aún la gran aventura el gran viaje el gran golpe de suerte, yo también tengo una imaginación muy despierta pero soy frio a la hora de planear, él no, él adornaba sus planes con todas las fantasías del mundo, yo le quitaba la silla y hacía que cayera de culo en la realidad de nuevo, pero estoy absolutamente seguro de que él hubiese sido un hombre feliz, si hubiese cumplido su sueño de ser un camionero de esos que llevan inmensas cargas permanentemente por todas las carreteras en interminables y gigantescas gandolas, atravesando autopistas carreteras puentes sabanas montañas y llanos, con el radio del camión permanentemente prendido, escuchando canciones de Pedro Infante o Nicola Dibari o Daniel Santos y el Aleluya de Cherry Navarro, extrañando eternamente a una dama hermosa que lo había olvidado, pero al mismo tiempo conquistando una nueva en cada población por la que pasaba.

Eso creo. Siento que se está sonriendo orita mismo, baja la cabeza un poco avergonzado por esta pequeña radiografía, y me dice:

_Que vaina Che, pero asi es, tienes razón.


Nunca he vuelto a tener coversaciones (agradables es poco decir) tan conmigo mismo como las que tuve con mi amigo Rolando Pacheco.

Lloré y pegaba brincos de alegría un día en que el muy coñoemadre se apareció sin avisar, para darme una sorpresa enorme, tocó la puerta, cuando abri se escondio en un rinconcito, me llamó y cuando salgo pensando que era que tenía algo cargado y necesitaba ayuda. El gran carajo pega un brinco aparece en escena desde el rincón donde estaba escondido y me doy cuenta que había llegado a mi casa sin muletas, no hallaba donde poner los ojos para que no me viera las lágrimas, tosia carraspeaba, me aclaraba la garganta, y lo pude hacer, no lloré no joda, pero el estaba igual y sabía que yo también.

Nos dimos la mano y aquello no tardó ni un segundo en convertirse en un fuerte abrazo... aún estamos abrazados hasta la próxima, que afortunadamente no está demasiado lejos." "01"


   Había unas notas al final del escrito que no se podían leer por estar desfiguradas como cuando a la tinta de un escrito le ha caído un liquido transparente y en el fondo eran, para mí, lagrimas. Nunca pude leer eso pero un día que hablaba con Freddy, le enseñé solo esa parte y él me la tradujo. Estaba escrito en  taquigrafía y decía "Te amo".

   Nuevamente Freddy chasqueó los dedos y me hizo regresar al camino
"_ ¿Qué te pasa Rolo?_" Todos se concentraron en mi; no me comí las uñas, agudicé mis labios, mis ojos y contesté: Solo pensaba en el futuro. 
"_ En el futuro jajaja _" Y todos se rieron menos yo que me mantuve pensativo.

   Al salir de Barbacoa y encontrarnos con la carretera internacional nos hallamos inmerso en un follaje de plantas no muy altas pero lo suficiente para ocultar un hombre y también nos acompañaban unas rocas de diferentes tamaños y al igual que el follaje permitía ocultar a un ser humano. El espacio nos permitió desaparecernos voluntariamente con la finalidad de hacer alguna necesidad fisiológica. Eran tal vez las once de la noche y el cielo estaba estrellado. Era una noche oscura y sin luna y que solamente la luz tenue de los postes eléctricos permitían una noche realista con la luz artificial, amarilla, llenas de sueños. El espacio donde nos encontramos de repente se quedó sólo. Unos fueron a evacuar, otros a orinar, otros a quizás tirarse un peo y otros para aquel entonces no sé a qué pero ahora sí lo sé. Pasaron como unos siete minutos y desde donde  estaba escuche un vehículo detenerse en la internacional, hacia Caracas, y decender unas personas , que por el sonidos de sus voces, eran dos hombres jóvenes adultos. Justamente cuando pasaban por el lugar, que momentos antes había quedado sólo,  Che salió a su encuentro

"_ Buenas noches amigos_" Los saludó con la caballerosidad que le caracterizaba y que los recién llegados captaron en todo su sencillez.  Che marcaba una sonrisa franca y sincera a los desconocidos y estos se las regresaron con la misma intención. Escuché que Che les volvió a preguntar
"_ Por favor, Ustedes podrían decirme ¿Hacia dónde queda Caracas?_" Los hombres que se encontraban de espalda hacia la carretera Internacional y Che de frente a ella, levantaron su mamo derecha apuntando en la dirección en que se perdió el vehículo que los trajo. Los hombres guiaron la cabeza hacia su izquierda al ver una silueta alta que se acercaba a ellos. Era Lapa. Luego los hombres voltearon la cabeza hacia el frente de su derecha para ver una silueta oscura que venía con bastante rapidez. Era Macaco. Al llegar  Gallino al grupo de los cinco, los hombres empezaron a presentar un cuadro de nerviosismo y comenzaron a marcharse con cierta rapidez, siempre volteando la cara para atrás y apenas escuchar las gracias del Che, algo irónica y sin comprensión, y ver que dos siluetas más salían de su intimidad. Freddy fue el último en llegar y preguntó : Qué pasó y  Che respondió levantando las manos, hasta la altura de los hombros, No sé. Y empezó a explicar lo sucedido: la llegada de los hombres, su pregunta, su intención, la llegada de Lapa y luego la de Macaco y la salida de los hombres casi corriendo. Inmediatamente Freddy me preguntó : Entonces ¿Caracas queda para allá?. Asentí con la cabeza
"_¡Crucemos la carretera!_" Sentimos como un orden inviolable de Freddy e inmediatamente lo seguimos. Al llegar al otro extremo de la carretera había una pequeña pendiente y un pequeño árbol frondoso que no tenía más de tres metros de altura pero que su copa estaba a ras o a nivel con el pavimento de la Internacional; un metro más a bajo una cerca "Alfo ly" que se perdía de vista de la derecha y de la izquierda. Empezamos a escuchar una gritería lejana a nuestras espaldas
"_¡ Bajemos !_" Bajamos y nos colocamos al rededor del tallo del árbol que nos cubría con la sombra de la noche. Logramos escuchar con claridad las voces del gentío que teníamos al frente
"_ ¡ Se fueron por allá !_ " Señalaban algunos la derecha; izquierda de nosotros y otros
"_ ¡No. Se fueron por allá !_ " Señalando la izquierda; derecha de nuestra. De los labios de Freddy salía un sonido con el indice en sus labios y con las manos nos hacia señales de acostarnos. Todos obedecimos y solo cada uno escuchaba el sonido de su corazón sin dejar de mirar el frente.
"_ Dividámonos en dos grupos _" Lo hicieron y se marcharon por el frente de la orilla contraria a la nuestra. Los vimos alejarse hasta que desaparecieron de nuestras vistas. Tres direcciones tomaron: Su derecha,su izquierda y su espalda.
Freddy fue el primero que habló y acaso el único
"_ Nos toca pasar la noche aquí y en silencio _" Dijo calladamente. Asentimos y nos colocamos cómodo en la tierra granulosa que todos sentíamos.  No tardamos mucho en que todos nos quedamos dormidos y ni siquiera nos dimos cuenta de los que nos fueron a buscar y viendo que no nos encontraron regresaron por sus pasos a sus vidas y a sus sueños internándose en su pueblo.


   Pasó la noche y amaneció. Era un amanecer muy despegado, muy bello, donde el llano nos llenaba de su claridad y la luz del sol majestuoso, a lo lejos del horizonte después de la cerca, nos permitía ver el lugar por donde aparecería: El horizonte y el verde del llano era uno sólo color. Reinaba la paz del amanecer y el Llano se disculpaba por no amarnos tanto como quisiera. De repente todos se reían de mi señalando mi rostro

"_ Jajaja ¡ Que lindos puntitos rojos tienes en la cara ! Rolando _" Dijo el hombre Lapa y Gallinaso no paraba de reír señalando mi rostro. Che y Freddy hacían lo mismo sin comprender lo que estaba pasando. Era que los puntitos eran muy pequeños como el pinchar de una aguja.  Empecé a mirar mis brazos y comencé a mirar unos puntitos rojos por todo el cuerpo. Miré al Che y me le acerque a su rostro y comencé a reír: tú también tienes puntitos rojos y él se comenzó a inspeccionar sus brazos y encontró muchos puntitos rojos. Nosotros ambos empezamos a mirar a el hombre Lapa y también le encontramos muchos, pero muchos, puntitos rojos. Igual examinamos a Freddy y también tenía muchos puntos rojos. Todos miramos a Macaco y no veíamos, a simple vista, los puntos rojos y era extraño hasta que lo detallamos y como su piel es oscura el rojo se confundía con el negro. Pero igual también estaba con muchos puntos rojos. Empezamos a mirar el suelo y como aún estábamos sentados contemplando las maravillas de Dios; comenzamos a levantarnos rápidamente y alejarnos del lugar y decir en coro de parte de ellos

 _¡ Estamos en un Hormiguero !_" Y comenzamos a caminar hacia Caracas cantando y mirándonos las caras riéndonos unos de otros."

                                                                                                    FIN
  
"Pajarillo verde cómo no quieres que llore

pajarillo verde como no voy a llorar
ayayayay si una sola vida tengo
pajarillo verde y me la quieren quitar"        
Lilia Vera.

"01" Aporte del Señor Alfonso Mijares

             Elaboró Freddy Peñalver  Venezuela_ Margarita   19/08/2012  1.15am

                                                  Tlf. 0412 723 06 38

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