domingo, 25 de julio de 2010

Mevoyed

ZABH Lettre à Louise
_ Me voy a enamorar de ella _ Me contó su historia Saunety, pero me dijo que la tomara como mía.
No tengo una historia romántica que contarte. Pues solamente me enamoré una vez._ Me dijo Saunety _ No fue alegre, no fue picara, ni siquiera romántica por eso no vale la pena contarla, por ahora, es mejor olvidarla. Porque lo que te voy a contar sí vale la pena. Porque esta es la historia, o mejor dicho mi historia que voy a realizar, la cual es: Me voy a enamorar de ella, ya que para escribir una historia romántica, hay que estar enamorado y yo me voy a enamorar de ella. Solo pido a Dios que ella no esté enamorada, para estar en igualdad de condiciones, porque yo me voy a enamora de ella.
Estaba Saunety, con unos amigos de la universidad y conversaban de la pasantía. En eso llegó ella, en realidad una que otra vez la había visto pero no le había causado ninguna sensación, es más le parecía famélica y nunca creería ser su amigo. No recuerda cómo, pero ella le estaba hablando y hablando y no paraba de hablarle. Yo, (recuerden que me dijo que la historia la tomara como mía) que me voy en sueños cuando otra persona habla, a ella le puse toda mi observación, es que estaba entre sus amigos no de ella, no me pregunten por qué. Miraba su cuerpo flaco y largo. Sus uñas grandes y bien decoradas, sus ojos abiertos y audaces, sus dientes rectangulares muy blancos y un poco aperturado entre ellos, su nariz pequeña y un poco rombo, sus cabellos largos y muy bien cuidados, su labios finos suaves y muy vivos, sus cejas escasas pero muy bien definidas, sus cachetes equidistantes y muy lósanos. Sus orejas no muy grandes ni muy pequeñas coqueteando ocultas entre sus cabellos pero apareciendo y luciendo con su perla tal cual era, su cuello proporcional a su esbeltez, su torso finalizando con su cintura de diosa, su busto pequeño pero jactanciosos, sus extremidades largas y guardadas, su vestimenta sencilla muy bien cuidada, su totalidad proporcionada ni más ni menos y pare usted de contar. Pero como son ahora, no podría decírtelo, no te adelantes pero tampoco te atrases.
Me tuteaba, me tocaba y yo escuchaba y escuchaba sin querer interrumpirla, no por temor a meter la pata sino por amor a ella. Ya lo dije. No recuerdo que le dije, miré sus manos que bellas manos, sacó su cuaderno que bello cuaderno, sacó su pluma, que bella pluma, escribió mi nombre y número telefónico, que bella letra histórica. ¡Qué horrible, todo era horriblemente bello! Se fue, no sé a qué se fue. Me incorporé al grupo que no sé como se había, disimuladamente, apartado de nosotros y desde allí, desde el grupo, yo la observaba. En el grupo, hablamos generalidades y en el fondo yo la esperaba a ella. Quiero decir que regresara de donde había ido. No tardó mucho y saben; siguió hablando y hablando. Ella se sentó a mi lado, sacó su tarjeta de presentación de la oficina, colocó su número telefónico de habitación y me dio la tarjeta. ¡Su número de habitación, cielos! Se despidió de mí, no fui capaz de acompañarla, tampoco de darle un beso de despedida solamente una sonrisa franca, verdadera y cristiana. Ahora sueño con un beso debajo del rombo y ojala que no sea pecado. ¡Es que no la conozco! Habló y habló tanto que no dijo nada, bueno quiero decir personal. Ojala que todo lo que haya hecho no lo haya hecho con pretensión.
Nuestro primer encuentro fue unos días antes de la reunión de los pasantes. Esa reunión se llevaría a cabo uno día sábado. ¡Vaya, ustedes saben eso de anhelar o ansiar de que llegue un día para ver a una persona! Pues eso me pasaba a mí. Y llegó el día. Por supuesto siempre los ansiosos son los ansiosos en llegar de primeros. Participé en organizar, con los profesores, la reunión que en el fondo hasta me ayudó con ella. Y ella no llegaba, como siempre nos pasa eso. A la persona que esperamos, se hace esperar “Lo bueno se hace esperar”. La verdad no sé si es la verdad. Me aclaro. No sé si ella es buena o mala, tierna o grotesca, fiel o infiel lo que sé “es que no sé nada”. Pues la reunión comenzó y la susodicha no llegaba. Por fin, ¡Ustedes saben lo que significa ese por fin! Sí llegó. Venía vestida con unos pantalones cortos y una blusa un poco escotada por la espalda, y a la verdad, a la piel le faltaba un poco de aceite o lozanía. ¡Bueno no importa sigamos con lo nuestro! Una que otra vez la profesora alabó mi ayuda en la organización de la reunión y eso me alegraba, no por mí, sino porque ella lo escuchaba. ¡Bueno la verdad es la verdad! Pero tengo que aclarar algo; esto de la reunión. Primero siempre he sido puntual y más si algo me interesa y como llegué temprano, pues, ayudé en la organización física de la reunión. En verdad que nunca pensé que la profesora fuese a agradecérmelo y menos en plena reunión. Éranos como veinte personas y ella fue la penúltima en llegar, y ustedes saben, que eso es angustioso.
Transcurrió la reunión y yo para ella como si fuera agua en las manos. ¡Como deseo equivocarme! Hice una intervención genial, la pura verdad, meditaba poco a poco lo que estaba diciendo y en el fondo mis pensamientos ella los organizaba. ¡Qué bonito! Bueno terminó la reunión y no sé como ella se despidió y yo si apenas le alcance a decirle que le llamaría.
Saben, llegó el domingo y escribí en mi itinerario llamar a la susodicha igualita a el nombre de la mujer de Napoleón o semejante. En esos momentos cuando Napoleón me la presentó estaba pensando en otra cosa, así soy yo, y no recuerdo exactamente su nombre. Tal vez él me hablaba de la batalla de Waterloo (Creo que se escribe así). Bueno eso se lo cuento otro día. Les decía que llegó el domingo y no pude llamar a la susodicha. Saben por qué, porque tenía miedo, ese miedo de no saber qué decir. Y tal vez ella deseando que yo la llamara. Pues ese día no la llamé, algo me dijo dentro de mí, que no era conveniente ya que te ibas a meter en su círculo familiar, les recuerdo, que colocó su número telefónico de habitación en su tarjeta de presentación, y como no soy abusado, no la llamé. Llegó el lunes, transcribí en el itinerario, llamar a……. No tenía escusa. Tampoco lo hice. Miraba la tarjeta, agarraba el celular, marcaba el número, ponía el dedo cerca de “Send” y no accionaba, no me atrevía. Llegó el martes, como un mismo bolsa, repetí mis angustias del día anterior. Me alcanzó el miércoles, tomé el celular, marque el listín telefónico, seleccioné su nombre y coloqué el índice muy cerca de “Send”, y saben, pulsé llamar ¡Bravo! Ahora fui yo que no la dejaba hablar. Le dije que la quería llamar el domingo mas no me atrevía a irrumpir en su familia, que la quería llamar el lunes, que no me atreví y que mi corazón palpitaba de angustia, que ayer martes mis deseos y angustias habían alcanzado la cúspide del Everest y que el frio de mi cuerpo no me dejaban en paz y que por fin me había decidido a llamarla y que ahora ya podía morir en paz. Ella se reía y me dijo que ella hablaba mucho y que otras veces no. Incluimos en nuestra conversación asunto de la pasantía y aún hoy cinco días después no conozco nada de ella. Pero sé que me voy a enamorar, de quién, de ella.
Quisiera llamarla para decirle que tengo un viaje para dos personas a Los Roque por una noche y dos días, incluyendo hospedaje, comida, bebidas no alcohólicas y pasajes ida y vuelta, por supuesto, en avión. Les recuerdo que no conozco nada de ella, pero fue ella la que me inspiró esta realidad de amor. La moneda está lanzada al aíre. Así como hay muchos hombres solos también hay mujeres solas. Y ojala que “A mí me pasa lo mismo que a usted” Tito Rodríguez.
Saunety me dijo con franqueza
_Esto del viaje para dos personas, solo estaba en mis sueños_ Te entiendo, le comenté.
_Pero, ¿lograste hablarles de tus sueños?- Le pregunte y me respondió desanimadamente
_” Con qué culo se sienta la cucaracha “_ Tomó una breve pausa _ Pero se lo dije_ Y calló
_ Qué le dijiste_ Inquirid.
_ Que me voy a enamorar de ella_ Respondió Saunety. Y yo abriendo despavoridamente los ojos
_ ¿Y qué dijo ella?_ Pregunté esperando un desaliento. Tomó una pluma y escribió

ZABH  Rendez-vous
¡Tan solo amigos!

Me quedo contigo
Preciosa amiga
Cambiaste de vida
Y no contaste conmigo.
Recuerda amiga
Que siempre te dije
Te quiero y quiero
Que cuentes conmigo.

Rompiste los lazos
Tiernos y efectivos,
Rompiendo mis sueños,
Y me presentas tu dueño.
Mis sueños contigo
Yo nunca olvido
Y me sorprendiste
Con tu compañero.

Cariño, cariño
Yo siempre te dijo
Te quiero y yo quiero
Vivir siempre contigo.
Respeto tu forma
De amarme amiga
Tú siempre me dices
Que soy tu amigo.

Me quedo contigo
Por breves minutos
Tu risa emana
Llenando en silencio mi alma.
Dios quiera que Dios
Se acuerde de mí
Para abandonarte
Y dejar de amarte.

FIN

Freddy Peñalver
Margarita- Venezuela

domingo, 11 de julio de 2010

Ozono

Caracas 03/01/01

Dios quiere que escriba sobre la capa de Ozono. Ahora ¿qué es la capa de Ozono, qué es el mismo Ozono, cómo influye en el ser viviente? ¿Alterará los cromosomas en el ser humano? ¿Los rayos del sol influirían en ese cambio? ¿Qué pasaría si se destruye grandemente la capa de Ozono? ¿Qué sucedería si el sol dejara de enviarnos su luz, por unas pocas horas, digamos por unos tres días?
Si partimos de un daño crucial de la capa de Ozono, todos los rayos del sol pasarían sin ser filtrados y los rayos dañinos, para el ser viviente, causaría estragos en su forma de vida. El hombre y los animales tendrían que vivir alejados de la presencia del sol, regresaría al tiempo de las cavernas de una forma moderna. Serían refugios, algunos subterráneos y otros superficiales construidos con materiales filtrantes de los rayos dañinos solares. Pero el hombre no tendría suficiente tiempo para construir todos los refugios anti solares y el hombre perecerá por su falta de reproducción. Y su piel se pondrá escamosa muriendo de pigmentación D.
En griego el nombre Ozono es: Yo huelo “…El Ozono es un gas de color azul pálido, muy oloroso incluso a gran dilución; en este estado es refrescante, pero al aumentar su concentración resulta corrosivo…Se le ha atribuido la formula O3”. (1)
“El Ozono es inestable a la temperatura ordinaria; se descompone al calentarlo tenuemente, e igualmente es destruido por los cuerpos pulverulentos (polvo de las ciudades), dando oxigeno.”.(2)
“El Ozono se encuentra en la baja atmósfera….Existe también en las capas más elevadas de la atmósfera, aproximadamente a 60 Km de altitud. En donde es engendrado por las radiaciones solares ultravioleta; absorbe la mayor parte de estas radiaciones, que harían imposible la vida en la superficie de la tierra si llegaran a alcanzarla” (3).Ahora, cabe preguntarse si, son los rayos ultravioletas los engendradores de la producción de el Ozono, entonces ¿qué puede causar su no producción?

_Siempre me voy a recordar de aquella introducción de petición, en la oración, hecha por aquel hombre.”Señor, te pedimos por la capa de Ozono. Así, Señor como abriste el Mar Rojo; como separaste las aguas del Jordán; como multiplicaste los panes en el desierto, Señor, hoy te pedimos que restaures la capa de Ozono. Porque sabemos, Señor, que con la capa destruida la vida en la superficie en la tierra es imposible, Señor. Pero sobre todo, Señor, te pedimos que se haga tu voluntad y no la nuestra. Si es tu voluntad, Señor, restaurar la capa de Ozono, Señor, está bien, si no, también lo estad.”_
_Amen_ Se escuchó un coro de afirmación.
(1), (2) y (3) Enciclopedia Metódica Larousse
_ Más adelante, otro hombre, agregó: “Señor te pedimos que encuentres hombres capaces de inventar cura para este mal de la capa de Ozono”_ A medida que transcurren los tiempos, estos se hacen más calurosos. Las épocas friolentas son un poco menos frías.

Salí desnudo del cuarto a la sala, para cruzarla, he ir al otro cuarto. Allí estaba el muchacho con su novia y no lo sabía. Crucé nuevamente la sala hacia el cuarto primero, pero esta vez, cubriéndome con un paño. Pregunté al muchacho por mis ropas. Me dijo que su mamá las había cambiado de lugar. Le pregunté a la mujer y me respondió que las ropas de los orientales estaban en el lado oriental. Me disgustó esa decisión y le dije que si estaba durmiendo con ella en el occidente cómo era posible que pusiera mi ropa en el oriente. No estaba de acuerdo.
_ Al llegar los rayos ultra violetas a la atmósfera, ¿con qué chocan, que luego se transforman en el Ozono (O3)?_
La adolecente de piel clara y ropa blanca, la novia del muchacho, besó el espejo pequeño colgado en la pared, dejando sus huellas en él... Seguidamente se dirigió a otro espejo mucho más grande, del tamaño de una puerta y cuando quiso besarlo lo tropezó ligeramente y el espejo se abrió, se deslizó, dejando ver otro espacio, otro apartamento donde se ocultaba un no sé qué. Una especie de fantasma. Un niño se acerco a la puerta de espejo, él sabía de ese apartamento ya que él conocía otra entrada mas no conocía esta nueva. El niño demostró cierta turbación e inseguridad con temor y se mantuvo cerca, en el lugar donde estaba el espejo. De repente sonó el timbre.
A 60 kilómetros, aproximadamente, en las capas más elevadas de la atmósfera es engendrado el Ozono por las radiaciones solares ultravioleta. Esta distancia, para mí, es conocida. En Venezuela, esta distancia, sería como ir y venir desde Caracas a La Guaira o como desde Los Teques a La Guaira. En realidad no me parece muy grande esta distancia. Creo que es algo favorable para el hombre. Luego sería necesario verificar tal dimensión.
_ Desde este terreno espacioso, en donde puedo cultivar mis granos, de maíz, lenteja y caraota puedo observar el infinito. Es un cielo claro y despejado, en donde solo yo puedo oscurecerlo, mas no me interesa. Y si regresamos; estamos en el primer mes del nuevo siglo, y te diré que está haciendo frio. Pero el infinito es bello como bello es tu recuerdo: ¡Oh infinitos besos que no se apartan de mí! ¡Como quisiera un dídimo real para hacer presente lo que pudo ser y no fue y lo que puede ser y será! ¡Bienvenido oh gemelo, bienvenido oh sueño! Mi disciplina debe ser un norte para cultivar este terreno.
Ozono parte del universo que tiene su función, pasada, presente y futura. Todos estamos obligados en ayudar a la atmósfera a que permanezca cumpliendo lo que gratamente siempre ha hecho. Protegernos.
_ Para ese momento tenía muchas dificultades de reunir tan siquiera para comprar un refresco. Revisé mi efectivo, era muy escaso. A duros poemas logré completar para comprar uno de dos litros_
_ Existen cuatro sabores; naranja, coca cola, frescolita y chinotto_. Dijo la dispensadora.
_Quiero una frescolita_ Tomé un sorbo y dejé el liquido en un sitio. De repente apareció, el niño, Jorge y tomo de mi refresco y hasta lo compartió con otros. Quería, dejar de hacer lo que estaba haciendo para ir a, rescatar mi bebida. Logré hacerlo y me dirigí a donde estaban ellos, pagué rescate. Subí unos peñascos y llegué al apartamento de la puerta de espejo. Abrí la nevera y guardé mi refresco. El niño Jorge me dijo que la diluyera. _”Así la rendimos más”_ Comentó.
¡Imagínate que por uno u otro motivo, el sol no brillara para nosotros!, por lo menos tres días. Bueno hay momentos en que pienso en ti, pero no lo mereces. Tal vez me precipité al juzgarte, quizás no tenía todos los elementos para saber porque actuaste así. Pero lo hice y dejé de soñar por ti. Es más, tu almohada que antes la tenía de cabecera y sin que tú lo supieras, aunque tampoco sé, si eras tú quien la usaba, ahora la tengo de posadera. En sima de ella, en estos momentos, escribo la oscuridad de mis días. Imagínate que el sol no brillara por pocos días, digamos tres días con sus tres noches; hablando ahora sí literalmente y no espiritual como lo dicho anteriormente. Supongamos que el sol se apague por pocos días; Tres. Así como se apaga la llama de una cocina de gas, claro está con el accionar de nuestras manos. Pero pensemos que se le acabó el gas, electricidad o combustible, como tú lo quieras llamar y se apagó. Claro, por supuesto, volveríamos a conectar otra bombona o recipiente de gas o lo que actúe como combustible y encenderíamos de nuevo la cocina. Cabe preguntarse ¿Podrá el sol apagarse y volver encenderse? Supongamos que sí. Ya siento muchos, sobre todo, astrólogos o mejor estrellólogos que gritarían ¡Imposible! ¿Qué sucedería? Gradualmente el frio nos invadiría, el oxigeno disminuiría y el ozono no se reproduciría; además de muchísimas otras calamidades a consecuencia de estas tres primeras. Por supuesto todo esto sería consecuencia naturales si el sol se apaga sin previo aviso, ya que si lo pre indica entonces nos prepararíamos con antelación. En este supuesto es sin ton ni son o sea sin aviso previo se apagó el sol. ¡Como a muchos espiritualmente le ha sucedido!: La muerte espiritual y el alejarse de Dios.
Menú del día para ti: Amor, cariño, besos, dulzura, caricias, comprensión y confianza.
La mujer, no terminó las labores, había trabajado un día y medio. Martha le pagó los días completos y como existía una complicidad entre ellas, me introduje en su conversación y me enteré. Planteé que no estaba de acuerdo con el pago, luego entendí que también se incluía una deuda anterior. Me alejé del grupo pero no lo suficiente y regresando a él nuevamente, le dije a la mujer que estaba despedida.
Era un fin de semana y cuando regresé al lugar de trabajo, encontré la puerta abierta, me preocupe y entré. Era Jhan Carlos que había llegado temprano y continuaba las labores dejada por la despedida. Yo traía un tronco hueco, utilizado por los músicos, la noche anterior, para guardarlo en el lugar. Al pasar con el tronco, mire a un amigo y a su hermana. Saludé a Alfonso y a la hermana de nombre no recordado, quizás Evelyn. Guardé el tronco donde trabajaba Jhan Carlos. De una forma u otra el espacio u cuarto que estábamos arreglando, pertenecía a ellos, a los hermanos, pero yo, no pensaba dejárselos ya que tenía muchos años conmigo. En ningún momento ellos lo habían reclamado y creo que nunca lo harán. Algo de ellos ahora es mío por desprendimiento. Regresé al otro sitio o museo, en donde se encontraba el otro tambor, utilizados por los músicos los cuales tenía, que guardar. Eran casi las doces del día, pocos minutos faltarían. El museo estaba casi cerrado, empujé la puerta y me encontré con un derrame de aceite. Informé que venía a buscar el otro instrumento, me señalaron uno que era más bonito y corto; le dije que ese no era e indiqué donde se encontraba y señalando el lugar, me permitieron entrar, anduve con pasos precavidos en el piso resbaloso, tomé el instrumento musical, me despedí dando las gracias.
Un día perdido. Todo en blanco. La sabiduría se me escondió. La inteligencia se embruteció. Necesito pedir perdón. Lo haré, seguro que sí.
¡Qué bueno! las aguas regresan a su curso. Una cuna iluminada, en un rincón del cuarto, me originó un gran temor y grité_ Jesús Padre Nuestro_ Algún día regresaré y revisaré mis pasos. No hay forma de corregir los malos dados, pero santificarlos sí podré.
Un día el Ozono le preguntó al Oxigeno_ ¿Qué será lo más grande que exista?_ Y respondiendo el Oxigeno_ Después de Dios nosotros. No tú ni yo, sino el nosotros, como espíritu de Dios_ Y agregó el Ozono_ ¡Ah qué bien! Me lo imaginaba_.
Existen cambios que tardan siglos en efectuarse y otros ligeros segundos. Pero hay cambios que nunca se efectúan.
Ayer te vi, como veinte años atrás. Desnuda, con tu piel morena, tu cabellera larga y negra. Te abrazabas a mí. Te besé en los labios, fue un beso corto y ligero. Te besé en la nuca. Actuabas con solvencia, me mirabas sin trastocar tu alma. Eras tú misma, sencilla y bella. Sin muchos bellos en el pubis. Me fui a buscar no sé qué cosa. Encontré un hombre solo. Arreglaba un carro. Era una especie de autobús. Me asomé y te observe nuevamente. O creí haberte visto. Ahora tenías canas con un cuerpo más grueso. Hablabas y de repente ya no eras tú. ¿Qué pasó? ¿En qué tiempo cambiaste? ¿Por qué no quisiste que cambiara contigo? ¿Por qué no fuiste mi eterna compañera? Hoy dentro de mí, te mantengo fresca y radiante porque sé que renacerás en su sonrisa franca y verdadera. Cuando te preguntaba si sonrisa se escribía con z me respondías _No…… con s_. Estoy esperando.
Llevaba el niño oculto en su vientre y aprovechó que la enfermera salió para ella también salir con el niño en sus brazos. Era un bojote en donde ocultaba al bebe. En un rincón se veían velas blancas y en forma de crucifijo. La otra enfermera, la directora, bostezaba en el momento en que la mujer cruzó la puerta. El portero al verla no le llamó nada la atención y ella salió de la institución. Era una mañana común. Habían pocos carros, solo que ella buscaba, mientras se alejaba de la maternidad, un taxi en donde montarse. Todos los libres pasaban ocupados y ella andaba por la calle amplia, como una avenida, con pocas construcciones civiles modernas de importancia, mirando siempre hacia atrás tratando de saber si se habían percatado del secuestro. Lo extraño de todo esto es que el bojote, que la mujer llevaba en el vientre y en donde ocultaba al niño, éste no lloraba. Cada vez que escucho un niño llorar en una unidad de transporte me pregunto; ¿si los acompañantes son los lícitos?
Llovía poco, pero íbamos a la montaña. Nos detuvimos en una casa conocida. Dejé alguna ropa vieja y tomé unos nuevos calzados. Empezamos a subir y el agua que bajaba lo hacía de una forma furiosa. Franklin iba con nosotros. Él y yo éramos guías de cuatro niños de edades comprendidas entre 8 y 12 años. Dos de ellos se habían adelantado y los perdimos de vista. Sabíamos que estaban bien pero no dejábamos de inquietarnos. El agua invitaba a bañarse, pero solo queríamos subir para luego refrescarnos. Yo había dejado mi ropa vieja colgada en un clavo, clavado en la columna de concreto. Cuando llegamos, al final, el paso estaba obstruido por unas láminas de cinc. Sabíamos que no detendría nuestro paso y que los osados ya lo habían cruzado por un costado.
_ Fue detectada extraña infección en la piel, en caserío del estado Miranda. El departamento de salud tomó cartas del asunto_ Informó radio Extraña.
_ ¡Que me perdone el hermano Juan si es mentira o no acierto en el análisis lo que voy a decir!_ Resulta que ese día, unos de los primeros sábados del año, tal vez el segundo, algunos hermanos nos congregamos para el discipulado. El tobo de basura estaba volteado y parte de su contenido se había vertido. El primer hermano en llegar lo enderezó, mas no recogió lo que se había salido, ya que no tenía los instrumentos necesarios. Al poco rato llegaron Danny, Miguel y Miguelito; el querido viejito caminante, que ahora, en paz descanse. El hermano Juan buscó la escoba, pala, rastrillo y muy disimuladamente le dice a Danny y al primero que llegó, que por favor recogieran la basura. Hecho eso, le indicó que en otro sitio había más basura. Total que entre los cuatros hicieron un servicio de limpieza. La humildad fue el servicio de ese día.
También ese día, el Ozono se durmió más temprano que nunca pero lo despertó los rayos solares.
Ángel bailaba alrededor de una estructura rectangular colocada en el escenario y tenía la estructura, elementos verticales, pero igualmente de forma rectangulares. Utilizaba la estructura para tocarla como tambor. Alguien sugirió que utilizara los tambores reales y que estaban guardados donde Jhan Carlos. No le pareció buena la idea ya que, según la posición que tomara se perdía de vista de los espectadores, y los tambores, el sonido no lo permitía. Tocaba con las manos y con los pies toda la estructura. No tenía vestimenta superior. Él era el centro de la atención. Conjuntamente con él habían cuatro trompetista, que en la mañana habían hecho su servicio de humildad, colocados equidistantemente de él y formando un cuadrado. Ahora que medito en esto. Pienso que era una danza Lupercaleana con algo de fantasmagorismo. Preguntaría Eladio, en su programa ¿Quién quiere ser millonario? ¿Cómo se llama la fiesta que hacían los romanos en honor al dios Pan? Y las respuestas para escoger una de ellas serían: a)”Pasando filo”, b)”El pan nuestro de cada día”, c)”A falta de pan buenas son tortas, d)”Lupercaleana”.
Oh Señor, en estas tus paginas de oración han llegado a ti, hoy señor, tus hijos cargados de muchas aflicciones, oh Señor. Y hoy, ahora, viven más tranquilos gracias a ti, oh Señor, porque tú lo llamaste y lo arrancaste del mal y de la perdición. Solamente, oh Señor, que tú quieres que oremos por ellos, oh sí Señor. Te alabamos y te adoramos y hoy te pedimos, Señor, por nuestros hijos para que busquen tus caminos, los caminos de la justicia y del amor. Ella llegó a ti, Señor, sin muchos esfuerzos y se encuentra con nosotros compartiendo las delicias de tus bendiciones, oh Señor, que grande eres. Luego llegó, alado por nosotros, tu otro hijo. Oramos por él y su estruendoso llanto poco a poco fue menguando hasta que desapareció. Ahora, él se encuentra con nosotros y conjuntamente otros niños adolecentes también.
Alguien gritó _ Se acabó el ozono_ _ No puede ser_ Respondió otro.
Cruzaba por unos de los caminos del cerro, a Franklin y a los muchachos los había dejados en sus respectivos refugios resguardados. Era de noche y oscuro. En una esquina vi como algunas sombras se movían en dirección a mi andar. Busqué algo con que defenderme y alcé un tubo galvanizado de agua corroído. Cuando pude observar a las sombras y a sus dueños los mencioné por sus nombres. Fulano y Jhova ¿Para dónde llevan esa agua?_ No lo sé- Contesto Jhova en un tono para que no se metieran en sus asuntos. Seguí mi camino y al cruzar por la esquina me encontré en un sitio lleno de pedazos de árboles cortados. Una especie de desforestación efectuada por Jhova. Le pregunté ¿Qué si eso era lo que él hacía por las noches? Y me contestó _ De algo hay que vivir_ De la destrucción de la naturaleza, de la mutilación del medio ambiente muchos viven. ¿Un tubo corroído en una montaña?
Los deseos grandes de orinar hicieron que me alejara y me ocultara para descargar la farra de cervezas. Alguien me contó _ Fue operado, creo del estomago. Luz Marina, la profesora de vocalización, hablaba con él y le decía “que si no tenía pena por el interior que estaba manchado amarillo y sucio”. Tenía como tres día con él, fue lo que le contestó. Ella se despidió y se bajo del autobús. Gustavo comenzó a hablar con él y le preguntó por el resto del coro. Gustavo le dijo que estaban reservando espacio o apartando lugares para donde iban. Lo que le respondió fue que allí hay suficiente espacio y que no iría suficiente gente para ocuparlo todo.
La niña mujer llegó y se introdujo en el baño donde estaba el hombre mayor, él la agarró por los brazos, la levantó y la besó largamente. Ella estaba con escasas ropas, él la despidió. La ex compañera del hombre le reclamaba la actitud, él no decía nada y pensaba para sus adentros”Bueno, esto a ti, no debe interesarte y mucho menos importarte” Aún el hombre tenía el sabor del beso en su boca.
El coro vivía en una colina. Era la colina del Ozono. Todo era muy bello. Ozonos, color azul pálido, tiraban a un verde montaña y a unas zonas urbanas calladamente limpias. Existía un ambulatorio, en el cual, se habían robado una bombona de ozono de 30 kilos, los usuarios y empleados del servicio estaban sumamente preocupados. A los pocos días se perdió otra bombona de 15 kilos. La directora general del servicio médico se acercó y daba una charla arengando sobre la perdida de las bombonas y la mala imagen que estaban dándole a la colina del Ozono. Estos que habían hecho merito para vivir con dignidad y orgullo ahora el lugar se corrompía y hacía mucho daño material y espiritual.
Los científicos del mundo ya están consciente de las catastróficas consecuencia que va a originar un exceso de calentamiento de la atmosfera, que acompañado con la ruptura de la capa de ozono el hombre va en camino de sufrir grandes calamidades si los científicos no toman muy en serio este problema. Por nuestra parte oramos a Dios para que ilumine a los científicos para que nos orienten en la disminución de los dolores que están por llegar.
Hace 1977 años el sol espiritual se apagó por tres días y tres noches, pero el científico Divino consiguió la formula: Tomó su vida, la cargó de nuestros pecados, se sumergió tres días con sus noches en el mismo infierno y predicó. “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. Juan: 7,37-38.

FIN
Elaboró: Freddy Peñalver
Venezuela_ Margarita 26/06/2010
Nota: Este escrito fue iniciado según fecha inicial en su gran parte y terminado según fecha última con sus respectivos arreglos y encuentro final.

viernes, 9 de julio de 2010

"Si más allá de la vida...



Si el amor a Dios supone
caminar hasta El Calvario para poder ver su luz.
Bienvenida sea mi cruz.
Si luchar con los que sufren
la injusticia aquí en la tierra es el dolor que yo siento.
Bendigo mi sufrimiento.
Si poder besar tus labios
y navegar por tu piel costara mil años más.
Andaría esa eternidad.
Si en el mundo aún quedara
un lugar cálido y bueno al que quiera regresar.
Tus brazos fueron mi hogar.
Si alguien me preguntara
dónde quise tener hijos, dónde sembré mi ilusión.
Mi patria es tu corazón.
Si más allá de la vida
existiera algún camino para volverte a querer.
Tú me encontrarás en él.

Alfonso M.
9-7-2010

viernes, 2 de julio de 2010

¡Camarada!

Cuando desperté, estaba acostado boca arriba en una superficie fría y todo me dolía.

Poco a poco comencé a ubicarme, era una pequeña habitación de 2 mts por 1 y medio cuando mucho, proyectada desde la pared salía la plancha de cemento donde había pasado ¿la noche?, y enrollada en el piso, había una delgada colchoneta de goma espuma, por alguna razón no la había utilizado y me había quedado dormido en el cemento desnudo.

Si era de día o de noche, lo ignoraba, lo que si era seguro es que estaba prisionero y la pequeña habitación era un calabozo (un tigrito les decían), en un extremo tenía una puerta de barrotes que daba a un mal iluminado y sucio pasillo.

Siempre supe que aquel pasillo me esperaba pacientemente, que tarde o temprano sería su invitado y que esa habitación sórdida y triste, en algún rincón, tenía mi nombre escrito. Pues allí estaba, adolorido por lo golpes, y pensando extrañamente en la suavidad de mi cama y en la tibieza de mi cobija. Y en la novia, con quien tenía que encontrarme después de la reunión a la que nunca llegué. Me levanté poco a poco, la zona de los riñones y las costillas me ardían y me latían al ritmo de oleadas de dolor, cuando caí al suelo hecho un ovillo me patearon varias veces antes de arrojarme al calabozo.

El ruido que hice al levantarme puso en guardia al preso que estaba en el tigrito del lado derecho, al parecer los otros estaban vacíos, una voz juvenil y alegre me dice -¡Camarada!, ¡Camarada! ¿Estás bien?... ¡Camarada¡ ¿cómo estas?

Yo no tenía ningún apuro en responder, apenas si estaba asimilando esa realidad de estar otra vez encerrado, anónimo, solo, rodeado de enemigos. Como si lo conociera de toda la vida, le contesto a la voz juvenil, que estoy bien, que me había quedado dormido, que qué hora era, que si había visto cuando me trajeron.

Así iniciamos un diálogo que nunca olvidaré, duro casi un día, con las lógicas interrupciones que causaban lo esbirros cuando me iban a buscar para interrogarme y golpearme o para tomarme fotografías.

Extrañamente a mi vecino no lo molestaron, pero no hacía falta, el tenía cosa de una semana en aquel sitio y las golpizas habían sido tremendas, me contó que escupía sangre, que tenía mucha fiebre y que le dolía el pecho y la barriga, era un muchacho como de 20 años me parecía, yo era algo mayor, y durante el poco tiempo que durmió mientras estuve con él, lloraba en sueños, los dolores estremecían su cuerpo dormido. 

Se llamaba “Pelusa”, era dirigente estudiantil, de una universidad del interior, lo atraparon entrando a una reunión como a mí. Ambos pertenecíamos respectivamente a dos de los movimientos ilegales mas perseguidos de la época. A mi compañero le dolía todo el cuerpo y hacía esfuerzos para hablar. Yo estaba exhausto necesitaba descansar, acomodé la colchoneta y como un viejito me fui acostando lenta, muy lentamente sobre ella…

Cuando volví a despertar Pelusa me ofreció ¡ cigarrillos !

Al parecer había dormido algunas horas y en ese tiempo habían llegado otros detenidos y esos genios habían logrado colar los cigarrillos, los nuevos no estaban en tigritos sino que los habían colocado al final del largo pasillo, en una celda donde cabían varias personas y desde allí le habían arrojado a Pelusa un cigarrillo encendido que compartió conmigo, solo nos separaba el grosor de la pared y hasta podíamos darnos las manos sacándolas por las rejas.

Yo suponía que era de noche, por la falta de movimiento, por el silencio exterior y por la temperatura que era un poquito fría, me recosté con mi cigarrillo y en la penumbra pude ver que mi tigrito estaba plagado de pequeños textos, escritos por mil manos diferentes, por decenas y decenas de compañeros que habían pasado por allí antes que yo, la mayoría eran poemas, versos de protesta social, de contenido revolucionario, todos tenían la fecha, pero ninguno los nombres de quienes lo habían escrito, había muchos poemas de amor, se los leía a Pelusa, pues su tigrito parecía que no había venido con ese servicio de biblioteca.

El me contestaba con poemas que su memoria atesoraba, era fanático de Neruda y su Farewell, de los 20 poemas de amor y de los versos del Capitán, yo le canté bajito algunas canciones y charlamos de muchachas -el estaba muy enamorado, y yo también-, de lugares conocidos, descubrí que también le gustaban los cuentos de ciencia ficción, hablamos y hablamos como viejos amigos. Por supuesto, que también comentamos acerca del cambio que soñábamos, de la Patria que anhelábamos plena de justicia y libertad como una Canción de Alí Primera. Pelusa era dulce y valiente, a pesar de su sufrimiento no le escuche ninguna frase de odio ni de venganza, lo que si es que estaba contento y orgulloso por que no les confesó nada “a los maricos esos” -y yo tampoco-.

Estuvimos hablando bajito, pegados de la reja durante toda la noche. En parte lo hacía porque mi vecino se sentía muy mal y su buen ánimo no podía disimular el malestar que sentía. El último cigarro que nos lanzaron los nuevos desde su lejana celda, Pelusa no lo pudo fumar, le ardía demasiado el pecho cuando inhalaba el humo, entonces comenzó a quejarse, Me dijo ¡Camarada ahora si me siento mal! Y de inmediato pude ver el pozo fétido de sangre y jugos gástricos que acababa de vomitar mi compañero.

Rápido me quite uno de los zapatos y con el comencé a golpear furiosamente las rejas, exigiendo a gritos un médico de inmediato, los nuevos que estaban lejos comenzaron a hacer lo mismo, Pelusa no respondía a los llamados que le hacía y al instante llegó una jauría de policías con palos y fusiles queriendo silenciarnos, no nos callamos, a pesar de que nos golpeaban metiendo los palos y las culatas por entre los barrotes, al poco tiempo el ruido era insoportable y llegó un comisario, que al asomarse al tigrito de Pelusa de inmediato mandó a llamar a un médico, el cual vino enseguida, abrieron la puerta de Pelusa y entre varios policías lo sacaron, al parecer mas muerto que vivo.

Fue la única vez que lo pude ver, por entre los cuerpos de los policías pude entrever dificultosamente a mi compañero, un joven y delgado muchacho de cabello largo, con toda la camisa manchada en sangre, que era llevado en volandas por sus asesinos. Nunca supe el nombre de Pelusa, nunca supe nada cierto de él.

Una vez un compañero me habló de un muchacho que habían matado. En aquellos tiempos no era muy extraño eso. Probablemente era él. El joven compañero que me pasaba cigarrillos en aquel pasillo oscuro. 

Ahora, cuando esa palabra -Camarada- terminó convertida en muletilla para uso de los viles, en lugar común de mediocres, en sustantivo manoseado por canallas y corruptos.
Ahora que eso ocurre, recuerdo, ofendido y triste, aquel joven, dulce y valiente que amaba a su pueblo, a su Patria, a su novia y a la poesía de Neruda.

El sí fue mi Camarada, estos, jamás lo serán.

 Alfonso M. 10-06-2010