domingo, 19 de agosto de 2012

Una pequeña aventura Parte III El Hormiguero

_Macaco, Macaco_ Le gritaba, llamandolo, en aquella carretera oscura
_¿Qué quieres Che?, yo me voy para el alumbrado a pasar la noche_
_Esta bien, esperanos_ Gritarón, Freddy, Rolando y Lapa. Y nos pusimos en marcha tras el hombre que no se observava en la carretera.
La noche estaba muy oscura, ni siquiera se podian observar las estrellas, no había luna y todo estaba muy negro. Ivamos en fila india, yo de último, Rolando de primero luego Lapa seguido de Freddy, allá a lo lejos se vió al Gallino llegar cuando cruzó la luz amarilla del local. En ese monemto cuando Macaco entró en la luz de la noche, no sé por qué me llegaron recuerdo de la noche anterior. Recuerdo que Rolando me llamó para hacer la guardia y comenzamos ha hablar mientras a él le daba sueño, ya que a mí me tocaba el turno de la vigilancia. Pude observar que me despertó, tocandome, con un cuaderno enrrollado en forma de tubo, me dió curiosidad pero en ese momento no le pregunté nada. Arregló el espacio en donde dormiría y colocó el cuaderno debajo de lo que era su almohada. Hablamos un rato de todo, sin perder la vigilancia, de repente sacó el cuaderno, de donde estaba, y escribió algo. Me retiré para darle privacidad y me acerqué a la fogata. Esa noche recuerdo que pensé mucho en mi mamá, en el frío y en el hablar del viento. En eso ví que Rolando, haciendo muecas, de ven, con las manos, me llamaba, me le acerqué y él me extendió el cuaderno y leí, silenciosamente, lo que había escrito.
"Era una vez, dos amigos; Tú y yo.Tú subiendo un cerro alto, donde los excurcionistas no se encontraban, o muy exporadicamente. Tú ivas solo, con tu morral a cuesta y muy temprano en la mañana de un día sábado. Es que en la tarde anterior nos pusimos de acuerdo para que tú subieras primero y yo despues. Pero ¿Cómo saber si tu subirías y al día siguiente , yo después?: Es que nos pusimos de acuerdo en que, tú dejarías algo, en un sitio estrategico, que ambos conociamos y yo el día siguiente lo traería. 
Esa misma tarde hablamos; Tú y yo de la importancia que tenía el auge del movimiento hippies, la hipótesis de como se estaban formando las patotas en el país, de como ya entendía y el por qué los ricos no podian entran en los reinos de los cielos y que primero entraría un camello por el hueco del ojo de una ajuga que un rico en el reino de los cielos......."
Un carro pasó en sentido contrario a nuestra dirección, el cual me hizo regresar de mis pensamientos, me incliné un poco hacia un lado y miré a Rolando, me lo imaguiné comiendoce las uñas, "lo hago en los momentos en que siempre estoy pensando" me confesó un día en que le pregunté. Llegamos donde estaba Macaco y nos sentamos en la acera, Rolando se retiró un poco de nosotros y sacó su cuaderno y comenzó a escribir.
Hace muchos años que pasé por aquí, en este lugar en que me encuentro ahora. Tenía chivita y mi cabello ensortijado. No sé por qué escribo esto, en este cuaderno enrrollado. Quizas nadie o alguien pueda leerlo. No sé por qué. recuerdo la "Y" en que le dije a mis compañeros; por la izquierda vamos hacia Barbacoa, la tierra de Simón y de Joselo Diaz, Camatagua; San Casimiro y Caracas y a la derecha nos llevará a Calabozito y Calabozo; y aúnque la moneda surcó los aires, yo deseaba que nos favoreciera regresandonos hacia Caracas. Pero ,No, cayó a la derecha y esa historia, a los que no estan en estas páginas, otro se las contó. Quiero decirles que ya yo no existo, pero eso también ya ustedes lo saben.
Hace muchos años, como les estaba contando, pasé por aquí y me senté en este mismo lugar, saqué mi cuaderno y escribí: regresaré y hablaré con mis amigos; con El Che guiganton y soñador, con el Gallino el gran jugueton, con mi hermano de crianza Lapa y con mi archi rival de amores y dolores Freddy. Era una noche oscura y no había luna. Los muchachos cansados bostezaban y se despertaban. Yo sentía rabia, pero ellos no la sintierón. Ellos no eran culpables de mi sentir. Era la injusticia que en esa madrugada había ocurrido. Como esa estampida de ganado había atropeyado al conductor y a su copilóto mientras dormian inocentes de la maldad que se ocultaba en su alrededor. Después de lo sucedido me declaré guardian de mis hermanos, amigos y compañeros. Los ví tendidos, en la acera, dormir. Más mi ira se llenó de fuerza para defenderlos de cualquier agresión. La noche fue pasando, la madrugada llegó y por extraño que fuera los gallos no invitaron el despertar. Freddy fue el primero que se levantó. Buscó agua y se aseó, Luego el Che, Lapa y Macaco bostezó. Nadie habló de lo sucedido, como si no hubiera pasado. Eran como niños que olvidaban y sonrientes a la vida nuevamente sin temor y con ilusión la enfrentaban.

Hoy vine solo a este lugar y recuerdo que un carro nos dió la cola para San Juan y allí estuvimos prácticamente toda la tarde recorriendo sus calles y colocandonos en su plaza a comentar algunas cosas.
_Algunas gentes del pueblo nos llamarón hippies_ Les dije a los muchachos."Es por la ropa humilde, arrugada y sucia" intervino Macaco.
_Es una corriente, de jovenes muy interesante_ Sentí que capte toda la atención. "Por qué interesante" , aludiendome me preguntó Che. Déjate de vaina Rolo y desembucha hermano, me dijo Lapa. Miré a Freddy y solo me hizó gesticulaciones con la cabeza para que soltara lo que estaba pensando. Comencé a comerme las uñas.
_Es el mismo principio de las patotas_ Hice un liguero silencio y los observé. "¡Y y!". Se miraban con el iris de los ojos de un lado al otro. Se acomodaban cada vez más en el asiento de la Plaza y mirábamos de vez en cuando el brazo extendido hacia el frente y horizontal, con el dedo indice recto y empuñados los otros, de la estatua de San Juan.
_Leí un artículo en una revista sobre el fenomeno de los hippies. Allí dicen que el fenomeno comenzó, con algunos jóvenes, en la clase pudiente o alta burguesía. Estos jóvenes, mirando el cómo vivian sus padres, decidieron apartarse del consumismo innecesario, camino por el cual los llevaría a la felicidad_ Lapa sonreía y dijo "Sigue Rolo".
_ Los hippies crearon una nueva corriente de pensamiento; tratan con su forma de actuar, alejarse del mundo: su forma de vestir sencilla más que humilde nos quieren indicar que la vida no necesita de tanta pomposidad. Su forma de comer y de andar nos reflejan la busquedad de una vida más tranquila y su forma educada de comportarse es una forma de transmitir paz._
"¿Cómo sabes todo eso?". Me preguntó Freddy.
_ ¿Viste la película Las Fresas de la Amargura?_ "No", contestó Freddy."Ni yo,ni yo,ni yo", agregaron los otros muchachos._ ¡Bueno se las recomiendo!; pero ahora polula muchos árticulos de los hippies_
"¿Qué nos quieres decir?. Preguntó Che_ Es la moda; hay comercio con la moda.
"¿ Y qué hay, gallinaso, con las patotas?", preguntó Macaco._ Es el mismo principio. Todo comienza en la clase más pudiente. Estos jovenes desasistidos por los padres; compran árticulos de lujos como motos, collares y otros, reuniendose para consumir drogas y hacer realidad sus sueños; como viajes y demas. Las patotas empiezan ha enfrentarse por diferentes motivos, hasta que los jovenes de clases muy bajas empiezan a incursionar en las patotas de clase alta y a tratar de copiar sus motivos en las clases más necesitadas
 "Bajarealo más despacio, Rolo", dijo Lapa._Ok. A las patotas se les suman miembros o jovenes de escasos recursos, pobres, deseosos de nuevas experiencias y al saber como son las patotas la recrean en sus propios barrios, pero bajo sus propias condiciones_ "A ahora creo entender", dijo Che;"Y yo, y yo ,y yo". No sé por qué me estoy acordando ahora de aquella noche.

La noche estaba avanzada, cuando iba sólo por la carretera y de regreso a mi casa. Esta vez sí me detuve. Siempre pasaba por allí y miraba aquella pequeña luz roja que salía de esa casa, solitaria, en la colina. Me armé de valor, y estacioné la camioneta un poco afuera de la carretera y comencé a subir la pequeña cuesta. Había muchos árboles por los lados y empecé a observar algunos carros estacionados en la subida y entremetidos entre ellos. Tenía una excusa en la mente para llegar al sitio que me llamaba tanto la atención las veces que pasaba por allí. también pude observar algunos caballos y bestias amarrados a un costado de la casa. Era una noche de muchas estrellas pero la luz roja era lo suficientemente fuerte para iluminar, el espacio abierto cerca de, la casa. La puerta se abrió y salio un señor, como de cuarenta años y me dijo:
_¡Buenas noches, joven, bienvenido!_ Quice contestar algo_ Pase adelante_"Gracias", contesté.
Y en el pasillo corto, hacia la otra puerta me dijo_ Solo permitame una simple requisia_ Me dijo el hombre muy amablemente. Alce los brazos y el hombre pasó sus manos, por mis costillas, al rededor de mi cintura y por mis muslos hasta llegar a mis tobillos. Abrió la puerta, y cortesmente me repitió_ Pase adelante_ Miré una penumbra y sin tituveos avancé. Mis ojos inmediatamente se acondicionarón a lo oscuro del lugar y pensé: "Lo que me imaginaba".¡Pero era más bello aún que mi imaginación!.

De repente Freddy me hizo, volver en mí, haciendo señales con el reloj y, chasquiando los dedos medios y pulgar de ambas manos, indicando de seguir nuestro camino. Buscamos la carretera y un carro estilo "EL avispon Verde" se detuvo a la señal de costumbre con lo caracteristico del Che. Casi introduce la cabeza por la ventanilla del copilóto "Vamos hacia Barbacoa, ¿Nos puede dar la cola?"_ ¡Claro, montense!_ Contestó el chofer.
 Como ya dije, el atardecer no tardó en encontrace con el inicio de la noche, pero aún era claro. No tardamos mucho  en llegar a la entrada de Barbacoa. Al comenzar a entrar en el pueblo la oscuridad comenzó a reinar. Caminamos por la calle principal observando las casas con sus habitantes muchos sentados en las afueras de sus casas y regresando la mirada con mucha curiosidad y recelo. Llegamos a la plaza muy concurrida por las fiestas que se estaban realizando. Comenzamos a disfrutar de aquello cuando un muchacho se acercó a nosotros y nos hizo señales de que nos dirijieramos a un lugar, con extrañeza acudimos al sitio. Al llegar comprendimos que era la entrada de la jefatura de policía.
"_¿ De dónde vienen?, Muchachos"_ Preguntó un gendarme. "_ De Caracas, señor_" Contestó  Che.
"_Y ¿ Cómo está el monte ? _" Preguntó  otro gendarme. Hubo un silencio  repentino y corto origuinado por la pregunta  fuera de lugar y confusa, pero fue el Gallino que agarrando algo en el aire respondió.
"_ No señor nosotros veniamos por la orillita del camino _" Y calló el Macaco.
 "_ Entonces ¿No conocen el monte? _" Preguntó, nuevamente, el primer gendarme.
"_ No señor, venimos por la orillita , en colitas y ni siquiera fumamos _" Calló el Macaco. Todos nos mirábamos las caras con una pregunta interior
 "_ Ok, pueden marcharse _" Dijo un tercer gendarme saliendo del fondo de la estación y guardando en su funda el revólver. Todos giramos rapidamente en señal de marcharnos y violentamente se voltió  Che, hacia los gendarmes que inmediatamente se alistaron a defenderse; apareció de repente una quietud escalofriante y Che dijo, dirigiéndose a los gendarmes
 "_ Señores,  Pueden aconsejarnos ¿ Dónde pasar la noche? _" Los gendarmes se miraron las caras y el último en aparecer contestó
 "_ Aquí esta lleno, pero si quieren les podemos hacer un espacio _" Che contestó
 " _ Gracias por su atención, pero preferimos buscar otro lugar, que pasen buenas noches _ " Sentimos una ironía y nos marchamos.

   Hoy estoy leyendo el escrito, dejado por Che, en aquel árbol frondoso, que en su parte inferior tenía un hueco en el inicio de su tallo. Allí estaba el escrito que hoy comparto con ustedes y que leí aquella mañana fresca en la montaña de la "Guardiana de Caracas".

   Hola R.P.
   Si estas leyendo esto es porque subiste a la cúspide de la montaña : Aquí en "Paraíso" Cerca del cielo. Según lo acordado y lo hablado. Aunque todo esto, que van a leer, lo pudimos haber dicho En la parte II " En la estampida".
"Hasta ahora me parece un maravilloso experimento.

Rolando y yo convivimos mucho en los ultimos 21 años, cuando aún andaba en muletas se venía un día por la tardecita, cenaba en mi casa, pernoctaba y al siguiente día salíamos temprano y a veces era mediodía y todavía andábamos atravesando la ciudad, buscando una medicina costosa, un médico especialista, los resultados de un examen o la promesa de una operación que esta vez sí lo iba a sanar definitivamente. Le hicimos creo que ocho operaciones así.

Luego de hecho los tramites (ha veces no lo podía acompañar por mi trabajo y él lo hacía solo) nos despedíamos en el nuevo circo con la esperanza y la amistad renovadas, agradecidos por la amistad, y porque habíamos conseguido la medicina o los antibioticos especiales o una cita en una clinica o simplemente porque nos habíamos tomado un café juntos.

Pero esa noche anterior nos acostabamos tardisimo porque era un pecado perder la oportunidad de una larguísima tertulia entre viejos camaradas, allí mismo en el balcón, donde aún lo veo, porque resulta que aún hablamos por las noches, despues que todos duermen, cuando me asomo al balcón y le paso revista a la semana al día o al mes, él se aparece siempre y me perdona todas las equivocaciones que cometí en ese lapso, nunca falta su mano en mi hombro, entonces yo en agradecimiento entono, no la canción que hicimos juntos, sino una que hicimos separados, él la comenzó una tarde, y yo despues de su muerte ya tengo siete años terminandola y mi muy seria intención es no terminarla nunca, sino justamente el día en que yo también me vaya, al fin de esta vida, tan hermosa pero tan incompleta.

Porque a estas alturas del camino, tengo inmensas ganas de conocer la vida que viene, que se que es mejor que esta.

E invariablemente, cuando la canto, florecen los bosques y la madrugada distribuyen su dulce rocío entre la hierba, hay aromas de amores, esperanzas y perdones en el aire, y él se va tranquilo y sonriente, satisfecho de haberme sabido consolar en esa noche, hasta la próxima canción, hasta el próximo rocío, hasta la siguiente vez que lo evoque solo en mi balcón. yo le canto muy bajito, casi sussurro, casi oración con música lo siguiente.


Cantor de fama alguna
nada vales,
cantor que le sonríes al porvenir,

Y escribo mis canciones en el aire
sin que las escuche nadie pues no existe tal canción. (bis)

Cantor de madre humilde,
madre obrera
cantor del niño frente al botiquín.

Y empapo con mis canciones el aire
sin que las escuche nadie pues no existe tal canción. (bis)

Cantor de un largo adiós
sin despedida,
cantor de una sonrisa y un dolor.

Y escribo mis canciones en la brisa
porque nunca tengo prisa cuando le hablo al corazón. (bis)


Hablabamos de ustedes, de los tiempos idos, a él le gustaba hablar de mujeres, a mi no, pero lo escuchaba amorosamente, casi nunca hablábamos del futuro, hablábamos de lo que ibamos a hacer ese día y del pasado, donde habíamos sido tan felices, él me hablaba de vez en cuando de su infancia antes de la muerte de su papá, de las esperanzas que hasta entonces tenía, de lo diferente que fue todo despues, hablabamos de política mucho pero desde una perspectiva analitica no militante, digamos que sociológica, por coincidencia y casi al mismo tiempo y casi al mismo ritmo ambos nos fuimos alejando "de la política reinante del momento", yo mas radicalmente por supuesto, pero los dos sin regreso a él más nunca.

A pesar de que él era perezoso para ciertas disciplinas y de que no era un lector empedernido y al día como yo, él sabía muchas cosas, se podía hablar de casi cualquier tema con Rolando, desde el amor de Johnn y Yoko, hasta la desaparición extraña y misteriosa de las abejas en el mundo, hablábamos del crecimiento apocalíptico y radicalmente fanático del mundo árabe, de la organización social de pueblos como el japones o el israelita, del fracaso del socialismo en el mundo,de que solo se construyeron tiranías de burocratas asesinos en lugar de republicas de trabajadores, de la dictadura cobarde del capital y de la dictadura cobarde de Cuba, yo estaba muy vinculado y sensible con ese tema pues ame a una gran poeta cubana que fue aplastada por el gobierno cobarde de Fidel, él leyó los libros de ella, y me comprendía, hablábamos de la decadencia moral de nuestra época, y percibíamos juntos posibilidades de acción socio politica en los social y comunitario para lograr objetivos muy concretos, él se metió durante un tiempo en algunos proyectos socio productivos, pero no duraba mucho, era un conversador ilustrado y versado no era un ignorante.

Tocabamos temas magicos, cosa que poco hacíamos con ustedes, el mundo de lo misterioso y lo oscuro, ambos habíamos tenido experiencias o vivencias en ese extraño mundo de lo invisible, desde relaciones con exorcismos y exorsistas amigos nuestros muy serios y doctos, pasando por el mundo de lo profético y el testimonio de la realidad de que el mundo va mas hacia un callejón sin salida, hablabamos de la conexión que existe entre el mundo de los que se han ido y el mundo de los que aún estamos aquí, de la certeza de que ambos mundos estan interconectados pero que aquel, sin ninguna duda existe.

Y luego la música, de los Beatles, de grandes como Frank Sinatra o Elvis Presley, de las tonadas de Simón Diaz, de los viejos valores como Pedro Infante, las canciones que le gustaban a su papá, a veces sacabamos la guitarra (pero solo muy de vez en cuando) y compartíamos un acorde que el otro no conocía, o un truco que queríamos compartir, y siempre que lo hacíamos terminabamos cantando más o menos bajito y de último nuestra canción, la que hicimos a mediados de los 70, "Adiós amigo mío".

Siento que nos aferrabamos el uno al otro psicológica y afectivamente, él me adivinaba cuando yo tenía algun pesar con solo mirarme cinco segundos. yo también, muchas veces lo regañaba por ciertas inconsecuencias de su caracter y de su conducta, y él bajaba la cabeza y se regañaba a si mismo en silencio, yo le frenaba su tendencia al fantaseo exagerado en cuanto al vivir diario y lo obligaba a poner los pies en la tierra, siempre me traía frutas, un dulce, un libro, un casette con alguna canción que él había grabado de la radio, y mi biblioteca completa estaba a su orden, cuando se quedaba cocinaba la cena y hacía unos desayunos espectaculares, era un gran cocinero, con buena sasón e imaginación, pero despues que tuvo el accidente que le partió la pierna en numerosos pedacitos, jamás volví a tomar un trago con él. Ni acepte que en mi presencia lo hiciera. Una vez llegó medio tomado a mi casa, porque se había conseguido a unos viejos amigos y lo mandé al carajo. Le dije que bueno y sano esta era su casa pero así que se fuera a la mierda, se fue tristisimo pero a la semana siguiente me abrazo en lo que me vió.

La última vez que hablamos fue tres días antes de su muerte, él me llamó desde el interior y fue para fijar la hora y el día de nuestro proximo encuentro, quedamos en vernos exactamente el día en que murio, a las 7:30 de la mañana, íbamos a tramitar un asunto de un trabajo para él, pero ese día me llamó alguien desde Camatagua y me dijo que había muerto esa madrugada creo, estuve temblando furioso y mortalmente triste por casi una hora, mientras mis ojos lloraban tan tristemente como lo están haciendo ahora mientras escribo esto.

Rolando nunca vino ese día, pero hasta nuestra última conversación jamas me dijo Alfonso, siempre me decía "Che".

A él se le iba la imaginación rapidito y bien lejos, le gustaba el lado romantico de la realidad, se veía como el protagonista de una pelicula donde a veces era Pedro Infante, otras un borracho perdedor, otras un galan invencible con las damas, otras un explorador a quien la vida le reservaba aún la gran aventura el gran viaje el gran golpe de suerte, yo también tengo una imaginación muy despierta pero soy frio a la hora de planear, él no, él adornaba sus planes con todas las fantasías del mundo, yo le quitaba la silla y hacía que cayera de culo en la realidad de nuevo, pero estoy absolutamente seguro de que él hubiese sido un hombre feliz, si hubiese cumplido su sueño de ser un camionero de esos que llevan inmensas cargas permanentemente por todas las carreteras en interminables y gigantescas gandolas, atravesando autopistas carreteras puentes sabanas montañas y llanos, con el radio del camión permanentemente prendido, escuchando canciones de Pedro Infante o Nicola Dibari o Daniel Santos y el Aleluya de Cherry Navarro, extrañando eternamente a una dama hermosa que lo había olvidado, pero al mismo tiempo conquistando una nueva en cada población por la que pasaba.

Eso creo. Siento que se está sonriendo orita mismo, baja la cabeza un poco avergonzado por esta pequeña radiografía, y me dice:

_Que vaina Che, pero asi es, tienes razón.


Nunca he vuelto a tener coversaciones (agradables es poco decir) tan conmigo mismo como las que tuve con mi amigo Rolando Pacheco.

Lloré y pegaba brincos de alegría un día en que el muy coñoemadre se apareció sin avisar, para darme una sorpresa enorme, tocó la puerta, cuando abri se escondio en un rinconcito, me llamó y cuando salgo pensando que era que tenía algo cargado y necesitaba ayuda. El gran carajo pega un brinco aparece en escena desde el rincón donde estaba escondido y me doy cuenta que había llegado a mi casa sin muletas, no hallaba donde poner los ojos para que no me viera las lágrimas, tosia carraspeaba, me aclaraba la garganta, y lo pude hacer, no lloré no joda, pero el estaba igual y sabía que yo también.

Nos dimos la mano y aquello no tardó ni un segundo en convertirse en un fuerte abrazo... aún estamos abrazados hasta la próxima, que afortunadamente no está demasiado lejos." "01"


   Había unas notas al final del escrito que no se podían leer por estar desfiguradas como cuando a la tinta de un escrito le ha caído un liquido transparente y en el fondo eran, para mí, lagrimas. Nunca pude leer eso pero un día que hablaba con Freddy, le enseñé solo esa parte y él me la tradujo. Estaba escrito en  taquigrafía y decía "Te amo".

   Nuevamente Freddy chasqueó los dedos y me hizo regresar al camino
"_ ¿Qué te pasa Rolo?_" Todos se concentraron en mi; no me comí las uñas, agudicé mis labios, mis ojos y contesté: Solo pensaba en el futuro. 
"_ En el futuro jajaja _" Y todos se rieron menos yo que me mantuve pensativo.

   Al salir de Barbacoa y encontrarnos con la carretera internacional nos hallamos inmerso en un follaje de plantas no muy altas pero lo suficiente para ocultar un hombre y también nos acompañaban unas rocas de diferentes tamaños y al igual que el follaje permitía ocultar a un ser humano. El espacio nos permitió desaparecernos voluntariamente con la finalidad de hacer alguna necesidad fisiológica. Eran tal vez las once de la noche y el cielo estaba estrellado. Era una noche oscura y sin luna y que solamente la luz tenue de los postes eléctricos permitían una noche realista con la luz artificial, amarilla, llenas de sueños. El espacio donde nos encontramos de repente se quedó sólo. Unos fueron a evacuar, otros a orinar, otros a quizás tirarse un peo y otros para aquel entonces no sé a qué pero ahora sí lo sé. Pasaron como unos siete minutos y desde donde  estaba escuche un vehículo detenerse en la internacional, hacia Caracas, y decender unas personas , que por el sonidos de sus voces, eran dos hombres jóvenes adultos. Justamente cuando pasaban por el lugar, que momentos antes había quedado sólo,  Che salió a su encuentro

"_ Buenas noches amigos_" Los saludó con la caballerosidad que le caracterizaba y que los recién llegados captaron en todo su sencillez.  Che marcaba una sonrisa franca y sincera a los desconocidos y estos se las regresaron con la misma intención. Escuché que Che les volvió a preguntar
"_ Por favor, Ustedes podrían decirme ¿Hacia dónde queda Caracas?_" Los hombres que se encontraban de espalda hacia la carretera Internacional y Che de frente a ella, levantaron su mamo derecha apuntando en la dirección en que se perdió el vehículo que los trajo. Los hombres guiaron la cabeza hacia su izquierda al ver una silueta alta que se acercaba a ellos. Era Lapa. Luego los hombres voltearon la cabeza hacia el frente de su derecha para ver una silueta oscura que venía con bastante rapidez. Era Macaco. Al llegar  Gallino al grupo de los cinco, los hombres empezaron a presentar un cuadro de nerviosismo y comenzaron a marcharse con cierta rapidez, siempre volteando la cara para atrás y apenas escuchar las gracias del Che, algo irónica y sin comprensión, y ver que dos siluetas más salían de su intimidad. Freddy fue el último en llegar y preguntó : Qué pasó y  Che respondió levantando las manos, hasta la altura de los hombros, No sé. Y empezó a explicar lo sucedido: la llegada de los hombres, su pregunta, su intención, la llegada de Lapa y luego la de Macaco y la salida de los hombres casi corriendo. Inmediatamente Freddy me preguntó : Entonces ¿Caracas queda para allá?. Asentí con la cabeza
"_¡Crucemos la carretera!_" Sentimos como un orden inviolable de Freddy e inmediatamente lo seguimos. Al llegar al otro extremo de la carretera había una pequeña pendiente y un pequeño árbol frondoso que no tenía más de tres metros de altura pero que su copa estaba a ras o a nivel con el pavimento de la Internacional; un metro más a bajo una cerca "Alfo ly" que se perdía de vista de la derecha y de la izquierda. Empezamos a escuchar una gritería lejana a nuestras espaldas
"_¡ Bajemos !_" Bajamos y nos colocamos al rededor del tallo del árbol que nos cubría con la sombra de la noche. Logramos escuchar con claridad las voces del gentío que teníamos al frente
"_ ¡ Se fueron por allá !_ " Señalaban algunos la derecha; izquierda de nosotros y otros
"_ ¡No. Se fueron por allá !_ " Señalando la izquierda; derecha de nuestra. De los labios de Freddy salía un sonido con el indice en sus labios y con las manos nos hacia señales de acostarnos. Todos obedecimos y solo cada uno escuchaba el sonido de su corazón sin dejar de mirar el frente.
"_ Dividámonos en dos grupos _" Lo hicieron y se marcharon por el frente de la orilla contraria a la nuestra. Los vimos alejarse hasta que desaparecieron de nuestras vistas. Tres direcciones tomaron: Su derecha,su izquierda y su espalda.
Freddy fue el primero que habló y acaso el único
"_ Nos toca pasar la noche aquí y en silencio _" Dijo calladamente. Asentimos y nos colocamos cómodo en la tierra granulosa que todos sentíamos.  No tardamos mucho en que todos nos quedamos dormidos y ni siquiera nos dimos cuenta de los que nos fueron a buscar y viendo que no nos encontraron regresaron por sus pasos a sus vidas y a sus sueños internándose en su pueblo.


   Pasó la noche y amaneció. Era un amanecer muy despegado, muy bello, donde el llano nos llenaba de su claridad y la luz del sol majestuoso, a lo lejos del horizonte después de la cerca, nos permitía ver el lugar por donde aparecería: El horizonte y el verde del llano era uno sólo color. Reinaba la paz del amanecer y el Llano se disculpaba por no amarnos tanto como quisiera. De repente todos se reían de mi señalando mi rostro

"_ Jajaja ¡ Que lindos puntitos rojos tienes en la cara ! Rolando _" Dijo el hombre Lapa y Gallinaso no paraba de reír señalando mi rostro. Che y Freddy hacían lo mismo sin comprender lo que estaba pasando. Era que los puntitos eran muy pequeños como el pinchar de una aguja.  Empecé a mirar mis brazos y comencé a mirar unos puntitos rojos por todo el cuerpo. Miré al Che y me le acerque a su rostro y comencé a reír: tú también tienes puntitos rojos y él se comenzó a inspeccionar sus brazos y encontró muchos puntitos rojos. Nosotros ambos empezamos a mirar a el hombre Lapa y también le encontramos muchos, pero muchos, puntitos rojos. Igual examinamos a Freddy y también tenía muchos puntos rojos. Todos miramos a Macaco y no veíamos, a simple vista, los puntos rojos y era extraño hasta que lo detallamos y como su piel es oscura el rojo se confundía con el negro. Pero igual también estaba con muchos puntos rojos. Empezamos a mirar el suelo y como aún estábamos sentados contemplando las maravillas de Dios; comenzamos a levantarnos rápidamente y alejarnos del lugar y decir en coro de parte de ellos

 _¡ Estamos en un Hormiguero !_" Y comenzamos a caminar hacia Caracas cantando y mirándonos las caras riéndonos unos de otros."

                                                                                                    FIN
  
"Pajarillo verde cómo no quieres que llore

pajarillo verde como no voy a llorar
ayayayay si una sola vida tengo
pajarillo verde y me la quieren quitar"        
Lilia Vera.

"01" Aporte del Señor Alfonso Mijares

             Elaboró Freddy Peñalver  Venezuela_ Margarita   19/08/2012  1.15am

                                                  Tlf. 0412 723 06 38

sábado, 4 de agosto de 2012

GUGU

Cuando chiquito su tio lo llamó Gugu porque le era difícil coordinar bien las palabras, aunque despues aprendió, expresándose con muy poca dificultad de comprensión y por último dominó perfectamente la expresión verbal. Gugu porque todo lo llamaba así, al tetero , sus juguetes y hasta a la sangría que su abuelo y sus tíos tomaban los fines de semana y él, por curiosidad, se empinaba un poco del sabor peculiar de la bebida. Tenía como dos años cuando sucedían estas cosas. El Gugu buscaba el descuido de los hombres, cuando estaban tomando sangría para sigilosamente empinarse un poquito del liquido y tomar con sus deditos, los pequeños trocitos de frutas del interior del envase  de la bebida. Hasta que lo sorprendieron y formaron una algarabia de risas y él con los ojos pelaos los miraba con curiosidad. Ya no lo hacia a escondida sino que los familiares le daban el sorbito, y hasta los trocitos, pero no más. Había un criterio muy peculiar en razón al hecho de que un niño menor de tres años, le gustara la bebida y era que cuando creciera tendría más resistencia a estos tipos de bebidas; y los representantes consintieran ese criterio. Esos primeros años lo vivió en casa de su abuelo y de su mamá. En ese tiempo siempre fue el centro de atención. Uno de sus tíos, el que tenía el nombre de su papá y que era el abuelo del niño, no el que lo llamó Gugo, le dijo al papá del niño “que si él no se hacía responsable de su hijo, a ellos no les incomodaría hacerlo. Total es mi sobrino”.  Despues, mamá y Gugu, pasaron a vivir en casa de su papá, que no era tal sinó de la abuela del niño; la mamá del papá.

Pasado algun tiempo, como unos tres años, Gugo, mamá y papá se mudaron por los lados de la base de Palo Negro, Maracay, estado Aragua. Fueron dias muy duro, papá trataba de ganarse la vida pero le era muy dificil. Un día, papá, le cortaba el cabello a Gugu en el patio de la casa y movía la tijera como un experto barbero, sin serlo, y en eso mordió la oreja derecha del niño pero con la fortuna de que no la cortó, pero Gugu, aunque el papá lo abrazaba y le pedía perdon, el niño no lloró y sólo se acariciaba la oreja caliente por la mordedura, sin consecuencia, de la tijera. El padre al pedirle perdón, era como si se disculpara por no tener dinero para pagar un barbero que le cortara el cabello al niño. Para aquel entonces papá tenía un carro Doge, que Gugu le puso por nombre Pluto, tal vez seria por el color beige del vehículo. Gugu, mamá y papá conocieron muchas parte del estado como: el Henrry Piter, Choroní, Bahía de Cata, el rio el Limón y otros lugares . Por cierto, en bahía de Cata, si nos colocamos de frente al mar, tenemos a mano derecha  un saliente de rocas empinadas desde las orillas del mar hacia una pequeña colina y con aproximadamente unos 40 grados de inclinación. Pues por allí, papá y Gugu emprendieron un camino juntos. Empezaron por las primeras rocas, Gugu adelante sin alejarse del alcance de papá._ Pon las manos aquí, agarrate y sube las piernitas_ Le decía el padre al hijo y este hacía perfectamente lo que el padre le decía. Subieron muy lentamente, y de vez en cuando el padre miraba hacia atras y se preguntaba “¿Qué estoy haciendo . cómo voy a bajar?”. Pero en ningun momento pensó en desistir ni de regresar. Su meta era llegar  a la cima. Redobló sus medidas de seguridad y de protección al niño que se entregó incondicionalmente a las indicaciones del padre. Los tres; la colina rocosa , el Gugu y el padre formaron un solo cuerpo inseparable._ Pon las manos aquí, agarrate y sube la piernita y colocala  aquí_ Le decía el padre al hijo. Practicamente, la espalda del niño tocaba el pecho del padre y sus manos muchas veces se encontraron moldeando las palmas, de ellas, en la roca solidad. El padre alzó la cabeza para observar cuanto faltaba para llegar a la cima y pudo mirar una mano extendida hacia ellos _¡Mira es tu primo, “Calladito”, que nos esta esperando!_ Dijo el padre para darle más ánimo al niño. Al fin las manos de “Calladito” estrechó las manos del niño y lo aseguro en la emplanada de la colina._Gracias sobrino_ Dijo el padre.

Por cierto en otra oportunidad Gugu, mamá y papá en compañía de unos familiares de Guarena, se fueron de paseo por El Henrry Piter y en su río, que llega a Choroní, pasaron la noche. Colocaron alarmas alrededor del campamento compuesto con peroles amarrados a sitios estrategicos con cuerdas dispuestas a distancias equidistantes aproximadamente. Pasaron la noche sin ningun tipo de novedad.
A la familia no le fue bien en Aragua y decidieron regresar a la capital. Eran comienzos de los años ochenta y papá compró ahora una Vagoneer como a mitad de la decada. Un día en una urbanización de Coche la” Delgado Chalbaud” la que queda al frente de el hospital de Coche y las residencias del Hipódromo, papá y Gugu arreglaban algo del carro y fue cuando papá tuvo una mano amiga que lo ayudaba en pasarles las herramientas, mientras que él se encontraba debajo del carro. Al terminar de arreglarlo, papá y Gugu se montaron en el carro muy orgullosos de formar un equipo de trabajo. Muy orontes papá manejando y Gugu de copiloto. Salieron de la urbanización y en la curva de regreso hacia El Valle la puerta del copiloto se abrió y Gugo cayó fuera del vehículo de pie y sin soltar la puerta abierta tomó reimpulso y se monto nuevamente en el carro y cerro la puerta, fue solo un gran susto, claro que papá al ver la situación disminuyó la velocidad del vehiculo permitiendole a Gugu la maniobra de bajar y subir al carro. Un día antes de que Gugu dejara este mundo, papá vendió la camioneta y es que su mecánico lo llamarían, el día siguiente, del cielo.
En unas de las subidas y bajadas a Guarena, en donde vive la familia de papá. Papá se detuvo en lo  que es hoy día, el terminal de Oriente y allí sembraron algunas semillas ya que papá cree que todo hombre debe, escribir un libro, sembrar un árbol, hacer una casa y hacer un hijo. Gugu, Pito y la Kika sembraron semillas de mandarinas; ese día, dirigido por la orientación de papá.
En unas de las playas de Higuerote, en una Semana Santa, Gugu se bañaba con sus primos cuando las olas del mar comenzaron a halar a una de sus primas, y ella , La Negrita, gritaba llena de terror, todos los primitos salieron pidiendo socorro para La Negrita, mas el Gugu se acercaba a ella, afincando sus pies en el fondo de la arena y luchando contra la corrientes de las aguas, y extendiendo la mano logró asir la mano de La Negrita y ambos se alejarón de las rocas. Nadie les dió las gracias al Gugu, solamente eran regaños de madres y tios por bañarse, los muchachos, muy cerca de las rocas .



EL LORO
A finales de los años ochentas Gugu fue a tener por los lados de la Avenida de  las Fuerzas armadas y
en la casa de Freddy dejó de ser El Gugu para empezar su segunda carrera como “El Loro”,”El Lorito” o simplemente “Loro”. Otra vez su comunicación no era muy bien comprendida pero “como dijo que vivía en El Loro, le pusimos ese nombre” dijo Freddy.

Entró al mundo Scouts desde practicamente niño, su adolescencia y su juventud la dedicó a “Siempre listo”. Entre los tantos campamentos, una de las mujeres, Scouts  comentó : “ Estabamos en una colina bordeada con rios y riachuelos, pero no se por qué, los envases de aguas, las muchachas las habían perdido y aúnque el agua la teníamos relativamente cerca, la bajada y la cuesta era muy peligrosa y las muchachas no tenían suficiente experiencia para subir con un balde de agua y para colmo estabamos incomunicadas. En eso vimos a lo lejos entre el verde follaje el uniforme inconfundible y comenzamos a gritar para llamar la atención. El joven miró hacia arriba donde estabamos nosotras y de inmediato entendió que algo no estaba bien. Cruzó el rio por unos peñascos  y comenzó a subir en dirección a nosotras. En la medida que se acercaba lo reconocimos, era El Loro. Le presentamos la situación e inmediatamente bajó con el único thermo que teníamos como de cuatro galones, ya la tarde estaba por alejarse de nosotras. El Loro comenzó a subir el thermo, lleno de agua y lo dejó para todas  y se alejó,  prometiendo volver mañana con las primeras horas del día. Esa primera noche dormimos con la tranquilidad de saber que, ya alguien sabía de nuestra necesidad. El Loro se presentó como lo había dicho, pero con otro thermo lleno de agua y se llevó el vacío que había llenado la tarde anterior, prometiendo nuevamente regresar al mediodia. A la primera hora de la tarde, se apareció nuevamente con más agua y luego al final de la tarde. Así lo estuvo haciendo por un espacio de siete días. La primera que lo veia subir con el agua gritaba _ El agua, el agua _ Y la algarabía se presentaba.”

Un día que andaba, El Loro, por Los Valles del Tuy, pues por allí tiene família, esperaba el transporte, en la via principal, camino a Caracas. Fue una tarde calurosa, y la sombra de un gran árbol, aliado de él, le daba su sombra mientras que él esperaba su destino. No se impacientó pero tampoco relajó su rostro, como un pedernal, serio y seco pero siempre dispuesto a regalar una sonrisa a quien se la recibiera. No estaba uniformado de Scouts, porque estaba de visita, ese domingo, en casa de su abuelo, al que a escondida le tomaba las cervezas cuando pequeño. Allí también estaban sus primos y tia. El transporte llegó, era una camioneta, de esas, estilo aútobus y de color verde montaña. Todos los puestos estaban ocupados y logró pasar a una muchacha, que se encontraba detras y cerca del chofer parada y agarrada de un tubo vertical. Se colocó al lado de ella agarrandose de las asas que sobresalen del espaldar de los asientos. Nunca se sabía cuando El Loro estaba pensando porque casi siempre su rostro presentaba un respeto impenetrable pero muy docil para quien se ganara su cariño. Muy poco pestañaba, ni movia los labios, ni las mejillas, ni la nariz pero cuando afloraba su sonrisa lo iluminaba todo. La muchacha que iba parada y él que eran los únicos, manipulaba su celular con la mano derecha y con la izquierda se sujetaba al tubo vertical. De repente la camioneta frenó  y el celuar salió desprendido de las manos de la muchacha estrellándose en el parabrisa del carro y ella, ya a punto de golperase tras el celular y con la gritería que se formó, fua asida por una mano fuertemente impidiendo el choque de la muchacha con el parabrisa. La camioneta volcó callendo de un lado, pero la mano asida del Loro nunca soltó a la muchacha. La puerta quedó bloqueada con el pavimento  y Loro golpeó una ventana entre los quejidos , gritos, llantos y dolores de los pasajeros. Tomó a la muchacha sumida en llanto y la sacó del vehículo, la colocó cerca de la grama un poco retirada del carro y le preguntó si estaba bien y ella sin dejar de llorar, pero calmandose un poco, asintió con la cabeza de que se encontraba bien. Él le dijó “Voy a ayudar” y la dejó y entró nuevamente a la camioneta ayudando a sacar a los heridos. Poco a poco fue sacando a los pasajeros, prestando más atención a los conmocionados hasta que logró sacarlos a todos y más a los que por sus propios medios no podían. Luego que estaban todos a fuera empezó a preguntarles a los pasajeros accidentados dónde les dolía. A uno le colóco un tronco debajo del cuello a otro lo acostó de lado a otro le hizo un torniquete y el siempre decia “tranquilos, tranquilos ya vienen los paramédicos”. Al rato se escuchó la sirena de la ambulancia y los paramédicos tomarón el control despues de recibir la información de Loro “ Este tiene, torcedura en el cuello” decía El Loro a los socorristas “Este tiene problemas con las costillas” _ Y este torniquete ¿Lo hicistes tú? Y tú qué tienes_ “Nada” , dijo él. Los pasajeros le preguntaron su nombre y desde entonces algunos amigos lo llaman “El Angel Gabriel”. Toda su vida fue Scouts.

En sus últimos años de vida, como siete, Gabriel tomó la decisión de compartir su vida, sin dejar de ser “Siempre listo”, con un grupo de hombres  y mujeres a los cuales, entre ellos, se llamaban Hermanos. Infinidad de veces se expresaban como “Queridisimo Hermano”. Unos de ellos comentó, que “El querido hermano, Gabriel, siempre que se necesitaba de su ayuda, nunca se excusó sino que siempre estaba dispuesto a ayudar en la medida de sus posibilidades”.
_ Hermanos, la cadena se ha roto_
                                                                              FIN
Gracias queridisimos hermanos, por socorrer a Gabriel, en los momentos más dificiles de su vida y de saber que existen seres nobles como Ustedes. Tal vez, nunca se vuelvan unir los eslabones de la cadena que nos unían a Gabriel hijo, hermano, amigo, conocido, padre, ect, pero sí sé, que él se fue en paz.
Gabriel siempre estaba listo y es por eso que siempre viviremos agradecidos a todos los Scoust que estuvieron antes, en los momentos, en el despues y sobre todo en los de ahora que guardan su memoria como las suyas propias. 


Dedicado a mi hijo Gabriel Alejandro Peñalver Nuñez (05/08/1976_03/02/2012)
_Gracias Gugu, por aceptarme como tu amigo_

Elaboró Freddy Del Carmen Peñalver_  Margarita_ Venezuela 23/02/2012
Nota: Hay muchas cosas que contar de Gabriel y quien quiera contarme su historia de él. Estaré encantado de leerlos por mi correo contafreddy777@ hotmail.com

viernes, 13 de enero de 2012

Una pequeña aventura II Parte. La estampida.


La mañana no tardó en aparecer y El Che, fue el primero en levantarse y tomó el día como suyo. El cielo estaba claro y las estrellas aún se observaban con bastante claridad.
_ ¡Buenos días Freddy!_ Dijo en un soplo de voz y cantó un gallo.
_Buenos días_ Contestó _Aún estoy de guardia_ Agregó en un tono que solo El Che percibió. El Che siempre con un gran sentido de intuición .
-¿Sucede algo?_ Preguntó El Che. Freddy se mantuvo callado lo que confirmó su intuición. El Che amistosamente le agregó _¡Cuéntamelo!_
_Es que no sé cómo hacerlo_ Dijo Freddy tratando de ganar tiempo para ordenar las ideas y expresar todo lo que quería.
_Siempre has tenido problemas para ordenas tus ideas, has sido bueno comunicandote con el ejemplo, suéltalo ahora y no tardes_Terminó El Che esperando la reacción que él sabía no tardaría.
_Es que hice guardia de más_ Y calló. El Che aprovechó la situación para buscar el desahogo.
_¡Dimelo!_ Dijo El Che girando levemente el cuello hacia un lado del cuerpo.
_Tenía que recibir la guardía a las 4.30 y la recibí a las 3.30_ Casi llorando dijo Freddy.
_ Cómo es eso _ Dijo El Che tratando de que sus palabras no rompieran lo delicado de la situación que él percibía. Freddy espuso ante El Che la situación de las horas irregulares y El Che miraba de reojo a los otros compañeros.
_¡Eso no se vale!_ Dijo El Che, rompiendo la intimidad e incluyendo a los restatantes ya que el sabía que estaban despiertos pero haciendose los dormidos y habían escuchado lo explicado por Freddy. El Che miró a Macaco, Este sintió la mirada y dijo:
_Yo no adelanté nada_ EL Che casi de inmediato_ Nadíe te está acusando pero ya te delataste_ Afirmó El Che. Cantó otro gallo.
_Lapa, tu fuistes el primero, ¿Que dices de lo sucedido?_ Señaló El Che con la cabeza.
_La verdad no tengo idea_ Contestó Lapa, pero su cara decía otra cosa.
_Pero por qué tienes esa sonrisa de picardía y estas observando al Macaco_ Observó El Che. Lapa riendose más.
_No sé Che, qué te puedo decir_ Aún con la sonrisa más marcada se defendió Lapa.
_Tú qué dices Rolando_ Dando un giro, El Che, y señalando con un dedo .Y el interpelado solo hizo señales con la mano e inclinó los hombros varias veces. Nuevamente El Che, haciendo ademanes con la cabeza, en señal de pregunta, observava nuevamente al Macaco. Este curzando los puños y jurando por el puñados de cruces_ Yo sólo lo moví un poquitico_ Confesó Macaco.
Todos pelaron los ojos menos Freddy. El Che haciendo movimientos de hombros y cabeza_ Yo tambien_ Hizo una pausa y continúo _Otro ...poquitico_ Lapa se reia y se reia:
_ Y tú de qué te ries_ Preguntó El Che.
_Otro poquitiquito_Riendose decía Lapa.
_ Bueno bueno se acabó_ Expreso Freddy. El Che lo miraba esperando una sorpresa._ Entre todos sustrajeron una hora_ Terminó de hablar Freddy.
_¿ Sin resentimientos , Freddy?_ Preguntó El Che. Freddy los miró sin mover la cabeza pero ellos vierón como movía los ojos de izquierda a derecha.
_Sin resentimiento_ Dijo Freddy y sonrió.
_¡Bravo!_Gritó el Che_Cotinuemos nuestra aventura y la cimitarra la dejamos para otra oportunida_ Terminó de cantar el gallo.

Yo fuí el primero en empesar a recojer nuestros aperos y Rolando me dijo "¿Qué hacemos ahora? Che"_ ¡Desayunar, desayunar!_ Le contesté empezamos a bajar la colina con nuestros macundales a cuesta. Llegamos a la carretera y continuamos nuestro camino y nos encontramos a la "Y" de nuestro destino . Entramos a un negocio donde venden comida y compramos arepas rellenas con queso para unos , carne para otros, reina pepiada y de beber,"Fresco". Sacamos la cuenta y Freddy puso la mayor parte del dinero.

Reanudamos nuestro camino y al llegar al punto crucial, la "Y", nos preguntamos para dónde seguir. "Si tomamos la izquierda iremos para Barbacoa, Camatagua ,San Casímiro, Cua, Caracas.Y si tomanos a la derecha Calabocito, Calabozo y otros". Dijo Rolando, como gran conocedor del occidente del país.
_Lanzemoslo a la suerte o al "Boleo", como diría un argentino._ Habló El Hombre Lapa.
_Mejor Che al "Boleo"_ Dijo Macaco, y todo lo miramos con el cuello medio girado, la cabeza ligeramente inclinada y el seño un poco fruncido. Macaco asomo una sonrisa disculpante.
_¿Qué es al Boleo?, gallinazo_ Yo me fui en risa y todos rieron .
_¡No joda Che!. No se rian de mí_ Y el tono y la cantida de risa aumentaron mientras que Macaco presentaba una cara seriesota.
_¡A la suerte, Gallino, a la suerte!_ Le aclaré a Macaco
_Yo creía que era limpiando botas o zapatos_ Explicó Macaco.
_Eso es a lo mexícano_ Puntualicé
_Bueno sigamos_ Dijo Freddy_ Cara la derecha, sello, la izquierda_ Y lanzó la moneda al aíre accionado por el dedo pulgar derecho. La moneda subió bien alto girando en su eje imaginario y se detuvo milésimas fracciones de segundo en el aíre y empezó a caer por su propio peso. Ninguno apartamos la mirada de la moneda ni un instante, cayo y rodó, Macaco la fue a buscar y todos corrimos a ver. Freddy la tomó lentamente en sus manos y nos la señaló._¡Es Bolivar Bolivar!_ Emocionado gritaba yo.

Reiniciamos nuestro camino, hacia el occidente del país. Eran quizas entre las nueve y diez de la mañana. Anduvimos por la orrilla de la carretera asfaltada, en dirección a los vehículos con un sol que cada vez se hacia más incandescente. Cada vez que pasaba un carro automotor era una fila de pulgares que se asomaban en dirección al vehículo en la busqueda de la solicitada "Colita". Ninguno de nosostros llevabamos nada en la cabeza para cubrirnos. En eso empezó Freddy a recoger sombreros, cachuchas y otras vestimentas de la cabeza, caidos de transeuntes en vehiculos en alta velocidad, para protejerse del sol, elijiendo alguna y votando a otras. Recuerdo que la primera que se colocó fue una gorra roja con una insignia de ferrary.

_¡Rruuuummmm unnn rumm! _ Hacía Freddy como roncando un motor y gesticulando las manos como si estuviera un volante, de carro, en los puños de las manos _ ¡Partida!_ Grite yo, y Freddy salía corriendo pasandome a mí, que estaba de penúltimo y luego a los demás y se detenía a lo lejos, sentado, esperando a que nosotros llegaramos. Lo alcanzamos y lo pasamos y nuevamente se levantaba corriendo y pasándonos a alta velocidad, para luego sentarse en lo caliente de asfalto, colocando, primeramente, algun protector entre las nalgas y el suelo incandescente para luego colocarse otro protector del sol que se había encontrado en la pista de carrera de su imaginación. Me encontré una gorra parecida de esas que había visto en alguna foto de la que se coloca el Poeta Neruda y sin vacilación me la enganche en la cabeza y caminando por el centro de la carretera y por las rayas imaginaria y marcadas del centro y borradas y tocando una guitarra invisible cantaba _ Leri pi, leri pi_ y los muchachos reían y me acompañaron canturreando la canción_ Leri pi, leri pi_ Los muchachos vieron un carro a lo lejos y gritaban_ Apartate Che ,apartate_ Me orille en el lado de ellos y sacamos la señal de costumbre. El carro pasó, perdiendose en el vaho del calor, desprendido del asfalto de la carretera, cercano del mediodía, perdiendose en el infinito de la vista y siguió de largo_Leri pi leri pi_ Seguimos cantando. Le dí la mano a Freddy ayudandolo a levantarse mientras que el hombre Lapa se colocaba un sombrero "Pelo e' guama" pasando ambas manos por la orrilla del sombrero dandole forma a su conveniencia y aparencia_¡Eso guapo!_ Le dige cuando nos pasó con un aíre de comandón mientras que golpeaba sus botas inexistentes con su fuete imaginario.

_Uno, dos _Decia Lapa mientras nos pasaba y señalando el frente contrario a nuestra ruta contaba las reces que se encontraban detras de un cercado de alambre que se perdía en lo largo de la carretera _Tres,cuatro, cinco, seis, siete..._Contaba señalandose con sus pulgares y tocandose el pecho con los mismos. Todos lo mirabamos asentando con un pequeño sí, de cabeza, una ligera sonrisa en los labios y un cierto aíre de complicidad .Mientras tanto Macaco había reunido una gran cantidad de gorras, sombreros, cachuchas y otros que no cavían en sus brazos y pecho. Se colocaba uno en la cabeza e inmediatamente se lo quitaba y lo lanzaba detras de si, desapareciendolo de su vista. Quedo con uno en sus manos y lo observaba por arriba por debajo por los lados y empezó a comodarle una pluma de zamuro grande y ancha. Miró y miró y lemtamente se colocó el sombrero pequeño de pajilla. De repente , y para asombro de todos, se le espeluznaron los ojos como hipnotizado de una gran emosión, se agachó y recogío del suelo sucio un tabaco entero, sin prender, y pasandosela por la nariz_¡Puro cubano! _ Gesticuló hacia nosotros y como arte de magía sacó de su bolsillo una cajetilla de fósforo que convirtió en un yesquero. No tardó en encenderlo y hacía grandes bocanadas de humo en forma de anillos. De repente señaló a Freddy _ Tu serás..._ y sin darnos cuenta pasó un carro a alta velocidad que impidió que lo escucharamos; y luego me señaló a mí y dijo_ Tu serás..._ Se escuchó una corneta de trompeta de un camión que escondío la nota del Macaco al pasar haciendonos señales, el copíloto, con los dos indices de las manos _ Y tu serás_Viendo al hombre Lapa_ ¡Tos tos!..._ y empezó a toser carraspeandose la garganta y solamente escuchamos el bramar de las vacas_ Y tú serás _ Dijimos los pronosticados_Y miramos el cielo mientras las nubes ocultaban el sol_ ¡Mierda ,marica no seas pendejo Macaco!_ Dije yo _ No joda Che_ Fumando y mirando al cielo contestó.

"Apuremos el camino que hay sombra".Escuchamos a Rolando e hicimos caso,pero no fue por mucho tiempo y el sol se hizo presente con todo su esplendor. La sed nos tenía agobiados de tanto caminar, bajo el sol y en la carretera asfaltada. Al frente pudimos observar grandes charcos de agua emposada y de color marrón tierra. _Quienes quieran agua siganme_ Nos miramos las caras y cruzamos la carretera lentamente. Ya Freddy había cruzado la cerca y filtraba el agua con su franela de la que se desprendió. Trajo el agua en su cantimplora, nos la dió, pero nadie la tomó, se agachó nuevamente y cruzo la cerca. Él nos miró con el zig zág de sus ojos y se la empinó tragando agua hasta la mitad. Nos la ofreció y las cuatro manos la prendieron. Tomanos sorbos de agua hasta que se acabó y el mismo Lapa hizo lo que había hecho Freddy y trajo la cantimplora nuevamente llena. Se escuchó "Uno para todos y todos para uno".

Seguimos caminando y como a diez minutos de camino pudimos observar una casita. Nuevamente Freddy_ Voy a pedir agua, ¿quién viene conmigo?_ Nadie y Freddy se separó de nosotros y se dirijió a mano derecha hacia la casita que estaba en un pequeño cerrito cerca de la carretera. Ya el sol, con todo su explendor, estaba en la cúspide de nuestras cabezas. Freddy hacía gestos como si hablara con alguien pero, desde la orilla de la carretera, no observamos a nadie. Freddy se dirijío a un costado de la casa, techada de zinc, y llenó su cantimplora de agua de unos pipotes recolectores de líquido de lluvia. Aparentemente se despidió de alguien y regresó a nosotros con el presiado tesoro. Tomanos unos sorvos y seguimos caminando hacia el occidente del país. De repente cayó sobre nosotros una pesadez y desgano y caminamos como un cuarto de hora sin hablar y agobiados. Pudimos observar un árbol medianamente frondoso, sin hojas del otro lado de la carretra. Rolando, encabezando la prosesión, caminando como encorvado y halando una cuerda, en la cual estabamos amarrados, cual esclavos, cruzo la carretera y llegando a el árbol, se tendió en él con la cabeza hacía el tronco; el resto hizo lo mismo calladamente y sin comentarios.El cielo vió un árbol como una estrella de cinco puntas.

"Como siempre el Nuevo Circo de Caracas estaba atestado de gente montando los autobuses que lo llevarían a los cuatros rincones de la patria. La atmosfera gris del terminal, originada por el escape de humo de los vehículos, me hacía estornudar. Esperé largo rato mientras llegaba el transporte, Por fin llegó el Expreso que me llevaría a Guayana y luego buscaría la forma de llegar al Callao. A pesar del humo, se podía observar el atardecer y la pronta llegada del anochecer.El autobus salió de aquel humo y se dirijió hacia el Oriente y pronto nos alcanzó la oscuridad. Yo iba del lado de la ventana. Miraba y miraba a travez del cristal, y la oscurida poco me permitia ver. Sólo por los pueblos, la luz amarilla de los postes y casas me permitián alegrar la vista. El resto del viaje fue a oscura. Fueron horas negras, largas y silenciosas hasta que llegó el amanecer y pude ver lo hermoso de la mañana. Llegamos al terminal: Cuando me bajé le pregunté al chofer cómo llegar al Callao y él me señaló otro autobus que ya estaba saliendo. Corrí y me monté. Che,Lapa,Macao ,Freddy; quiero decirle que me fuí, para el sur, a buscar oro".
_ ¿ Dijiste algo?, Rolando _ Pregunté
_ Sí. ¿Qué hablaste?_ Preguntó Lapa. Y luego Macaco. También Freddy. Pero Rolando jugaba con su sombrero negro, de ala ancha redonda y altura cilindrica; de esos que usaron los presidentes y los "gentelman" del país norteño americano y los grandes caballeros del mundo antiguo europeo. "No nada. Era un sueño". Nos dijo .Se levantó Rolando y nuevamente nos encaminamos por la orilla al occidente del país. Pasaba un camión de barandas, sacamos la señal de costumbre y se detuvo a los pocos metros delante de nosotros. Corrimos hacia el camión que en la medida que nos acercamos observamos que era un camión que transporta ganado. ¡Con mi agilidad de siempre! llegué de primero.
_ ¿Nos dá la cola?_ Pregunté
_ Llego ai mismito, al riochuelo_ dijo el choffer.
_ Esta bién, no importa, asi avanzamos un poco_ Me congracié con el joven choffer.
_ Sí paisa, denos la cola_ Dijo Lapa
_ Esta bién, montense en la parte de atras_ Indicó el hombre. Todos nos subimos con agilidad y percibimos inmediatamente el olor de la bosta y nos llenamos los calzados del excremento de ganado. Tratamos de limpiarnos los zapatos con paga que estaba regada en la plataforma del camión. Rodamos como cinco minutos y el camión se detuvo
_ Hasta aquí llego_ Nos dijo el conductor. Nos bajamos y hubo un coro de ¡gracias!¡gracias!.
_ ¿Y el riachuelo?_ Pregunté
_ Aí mismito, a unos tantitos metros_ Y nos señaló, con el indice, hacia el sur. El camión arrancó. Nos miramos las caras. Y con gestos labiales, el consenso fue absoluto y nos dirijimos hacia lo indicado. Y efectivamente no anduvimos mucho cuando empezamos a escuchar unas voces alegras y guchafiteras afeminadas. Nos envolvió una atmosfera de seguridad y por indicaciones de Macaco, anduvimos más despacios y silenciosos. Las voces eran más claras e intimas en la medida que cruzabamos la parte baja de la colina. Macaco fue el primero que colocó los labios en forma puntiaguda y oscilando, un no con la cabeza.,Los demas hacíamos inclinaciones con los hombros y gesticulaciones, de qué, con las manos. Unas veces las voces eran de un tono varonil y otras veces, las mismas, eran copias afeminadas. Recuerdo que Rolando ,apretando los labios, hacía sí con la cabeza. En eso soné los dedos, de la mano derecha, en señal de caer ya en la situación.Por un instante el chistar de los dedos originó un silencio de ambas atmosfera y pareció como que se detuviera el tiempo. Fueron brevísimos segundos en donde por nuestro lado, nos paralizó el cuerpo. Nuevamente las risas surcaron el espacio y nos encontramos con las aguas cristalinas de un pequeño rio, largo de muy pocas aguas y curvas en todo el perimetro de la vista. Como a mitad ,y en unas pequeñas rocas, en donde se observaba una mayor cantidad de agua, se encontraban tres hombres, que en un principio nos miraron, no se sorprendieron, y luego siguieron jugando e imintando ser mujeres. Siempre hubo un estrecho margen de espacio, entre ellos y nosotros.
_ ¿De dónde vienen?, Chicos_ Preguntó uno
_ De la capital_ Contestó Macaco engalando la voz más fuerte y dando un tono hombreón.-
_ ¡Hay negrito!. Que bella voz, tan fuerte, tienes _ Dijo otro de los hombres con un tono de cierta picardía.
_ ¿ Para dónde van ?_ Dandole un tono confiable y serio a el asunto.
_ Para Calabozo, pero ahora nos vamos a refrescar un poco para luego seguir nuestro camino_ Dije, yo, suvizando la situación y finalizando la coversación.
_ Como tu digas_ Dijo el primer hombre, pestañando los ojos,sonriendo e insinuandose femeninamente. Buscamos un sitio y empezamos a refrescarnos con las aguas. Macaco buscó donde sentarse. Jugaba con unas piedras lanzandola a el rio. A unos cuantos metros, un colibrí, estacionado en el aire, chupaba del nectar de una flor.¡Fue el último alimento que chupó!. Una piedra, como un torpedo, lo destrozó en mil pedazos. _¡Que puntería mierda!_ Le dijé y todos miramos al Macaco; unos con admiración, otros con lastima y otros con censura.
Los dos grupos siempre se mantuvieron a distancia y cada uno se divertía en lo suyo. Freddy observando el reloj empezo a hacer señales de marcharnos del lugar para continuar el camino. Recogimos nuestros enseres y regresamos a la carretera.
_ Escuché a hablar a los caimanes que en Barbacoa hay fiesta_ Dijo Macaco.
_ ¿A las qué ...?_ Intervino Lapa
_¡A las marícas!_ Contesté por Macaco
_ Sera a las babas esas_ Aclaró Lapa
_ Tú como siempre, bicho _ Dijo Macaco- Es el pozo de los caimanes_
_ No, baboso, el pozo de las babosas_ Indico Lapa
_ ¡No gallino! Baboso seras tú _ Refutó Macaco.
_¡Bueno bueno! No importa _ Corté la chischarateada_ ¿Qué hacemos?: Continuamos, nos regresamos o qué_
"Es cierto, en Barbacoa se estan festejandos las fiestas patronales. De ese pueblo son Simón y Joselo Diaz". Nos informó Rolando y en su exposición nos invitaba a regresarnos para ir a conocer Barbacoa.
_¡No chico! sigamos_ Dijo Macaco. Pero el resto apoyamos a Rolando. llegamos a la orilla y cruzamos la carretera. Una camioneta se paró a la señal de costumbre y nos digo que iba para el Sombrero. Nos dió la cola hasta la encrucijada y siguió. Ya estaba oscureciendo cuando llegamos al mismo sitio donde, ese día, habiamos desayunado. Cenamos algo lijero y recordamos que no almorzamos. El camino, la sed, el sol, los sombreros, los sueños y otras cosas nos habían quitado el hambre. La noche llegó entre comesales, transeuntes y viajeros esporádicos. Las primeras horas pasaron rapidas. Como a las nueves Freddy nos motivó a buscar un sitio donde dormir. Todos coincidimos en un lugar no muy alejado. En el sitio se encontraba un carro volcado y quemado, pero ya totalmente oxidado. La zona se encontraba en una pequeña inclinación a orilla de la carretera con bastantes árboles y basura seca como bolsas traída por el viento y papeles entre otros. Todos limpiamos el lugar he hicimos una pequeña fogata.
_Vamos a hacer el cronograma de guardias _ Propuso Freddy
_ ¡No chico!, no va a pasar nada_ ¿Quién más?. El Macaco. Sentí que no había fuerza para discusiones y poco a poco fuimos acomodandonos dentro del carro volcado. El sueño tomó el volante y el copiloto era el cansancio. Quizas uno de los cinco, el que no se veía en la oscuridad se mantenía somnoliento, con un ojo abierto y uno cerrado. La fogata se apagó.Tal vez y gracias a él en medio de la noche_ Che, Che _ Eran, aproximadamente, las doce de la noche cuando me despertó el Macaco. Vi unas luces rojas, como del tamaño de unas molondronas que se acercaban a nosotros. Con el movimiento y la tensión, de nosotros, los otros se incorporaron. Eran como ocho luces que venían a nuestro refugio. La oscuridad no nos permitia ver que era; pero sí escuchamos un arreo de ganado, seguido de un tropel y varios bramidos.
_¡Es el diablo!¡Es el diablo!_ Gritaba Macaco, saliendo del carro seguidos por el resto de los muchachos y colocandose en la parte alta de la orilla en la carretera. En ese entonces pudimos observar la manada dirigidos hacia el sitio de donde salimos corriendo nosotros, los cuales, unos pasaron por encima del carro atropeyando a su conductor e hiriendo gravemente a su copiloto. Otros pasaron a tropel por un costado. Nos encaminamos al mismo sitio, donde habíamos cenado, y allí nos encontró la mañana entre desconocidos y secretos habitantes del lugar. Era el celo de algunos habitantes que nos quisieron arroyar.

"La vaca Maripoza tiene un terné, un becerrito lindo como un bebe...."
Simón Diaz.

FIN. Segunda parte de Una pequeña aventura, La estampida.
Elaboró: Freddy Peñalver. Margarita_Venezuela 12/01/2012