Nadie me lo dijo, pero intuía que sentía un afecto especial por su vecino. La diferencia de edades entre ellos quizás no era mucha, pero tal vez un lazo no reconocido impedía aquella unión. Nunca lo sabré. Solo sabía que ella sentía algo especial por el liceísta y que cuando lo veía cruzar por su calle en dirección a la vida, ella le enviaba consejos como flores a un enamorado. Pero su mirada seguía triste, por un imposible que lo tienes enfrente y que por un compromiso ella no lo podía tocar.
Nadie me lo dijo, pero intuyo que un día jugaron a los amantes y se escondieron más para guardar el secreto.
Fueron muy pocos las veces que escuché su voz, pero recuerdo que era seca, no melodiosa y hasta fuerte. En su cara se reflejaba el tiempo, tal vez, de unos veinticinco años y una piel entre morena y blanca. Su cabello, un poco por debajo de la nuca y sin gracia. Su rostro cuadrado y sin sonrisa, su cuerpo de estatura mediana y poca estética. En fin era ella con grandes ideales escondidos, pero compartidos con mi amigo.
¿En dónde andará la amiga? ¿Qué será de ella? Han pasado más de cuarenta años desde entonces. La verdad es que no sé porque estoy escribiendo de ella. Pero tengo fijada su mirada atravesando la ventana, como queriendo escapar de su tiempo para ir a conocer otros ítems de la vida. Pero no importa por qué escribo de ella, tal vez es porque se lo merece porque un día buscó lo que Alfonsina encontró. “Te vas Alfonsina con tu soledad, qué poemas nuevos fuiste a buscar…….”. Donde sea que te encuentres amiga, de mi amigo, que seas feliz.
Hoy dedico estas cortas líneas a una mujer no conocida pero con seguridad alguien la conoció mejor que yo y por lo tanto le dedicó todo el amor que un hombre le sabe dar a una mujer. De seguro que ese hombre que la supo amar también su nombre recordará y en homenaje a ella lo escribirá. La amiga…….
Freddy Peñalver
Venezuela_ Margarita 30/03/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario